El baron rojo

Luis Arnaiz

Manfred von Richthofen también conocido como el “Barón Rojo” era un aviador alemán que participó en la 1º guerra mundial en el ejército alemán, nació en Polonia concretamente en Breslau y abatió 80 aeroplanos durante la guerra.

Tenía un control asombroso del caza, fue premiado con varias medallas una de ellas fue “pour la mérite”. Era un héroe temido en el enemigo y admirado en los aliados.

Antes de ser piloto estuvo en uno de los regimientos de caballería de élite de los alemanes pero se cambió al ejército aéreo porque según él la caballería era muy aburrida.

Este héroe dejaba irse a sus enemigos malheridos, llegó a ser piloto gracias a su padre que era teniente de un regimiento y sus hijos ( Manfred y su hermano) siguieron sus pasos y se convirtieron en militares desde muy jóvenes.

Manfred tenía talento y a los 4 años de estar en el ejército ya fue nombrado teniente del 1º escuadrón de aviones.

Manfred no logró destacar en su academia de aviadores pero después en combate resultaba un as alemán en las batallas aéreas.

Mientras estudiaba en la academia se encontró con otro gran aviador Oswald Boelcke con el que formó el escuadrón Jasta 11.

Este escuadrón empezó con una victoria en Francia, Manfred tenía una gran agudeza visual y un don innato para afrontar los peligros, por eso fue reconocido como el mejor piloto de la 1º guerra mundial, los aviadores del escuadrón veían a Manfred con distinta personalidad a las manos de un mando de avión.

Gracias a que dirigió 58 misiones en las que salió victorioso se le confirió un avión de los mejores de la época y su escuadrón ( Jasta 11) pasó a llamarse el círculo volante un escuadrón con 14 aviadores, junto al mote de “el Barón Rojo” así se le llamó por el color de su triplano que daba terror psicológico al enemigo ya que le reconocían y era uno de los pilotos más temidos.

Sus pilotos insinuaban que era un suicida por su forma de pilotar, pero aún así consiguió abatir un número récord de caza abatidos durante toda la guerra.

Su hermano pilotaba a las órdenes de Manfred, su nombre era Lothar, también era un buen piloto.

Este hombre tenía algún que otro problema mental y se lanzó contra una batería de antiaéreos con su avión y bueno… no salió muy bien, le dispararon con una bala del .303 un tiro en el corazón y otro tiro en la cabeza.

Fue enterrado entre los mejores militares por los mismos británicos, los británicos tiraron 3 ráfagas en su honor.

Mientras vivía en el ejército iba escribiendo un libro con sus victorias. Durante sus batallas tuvo 3 condecoraciones: pour la merite. Cruz de hierro y orden del águila roja.

Manfred era increíblemente duro ya que recibió una bala en la CABEZA con heridas graves craneales que le lesionaron el cerebro pero aún así siguió pilotando en el circulo volante esto ocurrió en 1917 el 6 de julio.