Laura
García
Las
estrellas son como motores productores de energía cósmica y debido a ello luz,
calor y otras formas de radiación. Se componen de gas y plasma.
A pesar de
que la estrella más conocida como es el Sol, esta sola en su órbita, la gran
mayoría de estrellas forman parte de un conjunto en el que las estrellas
orbitan una alrededor de las otras.
Las
estrellas pueden ser múltiples, esto consiste en una agrupación de tres o más
que, vistas desde la Tierra ,
parecen estar cerca unas de otras. Este suceso junto con las estrellas binarias
es muy común en el universo.
Calcular el
número de estrellas que existen nos seria imposible. Nuestro universo podría
tener más de 100.000 millones de galaxias, y en cada una de estas más de
100.000 millones de estrellas. Tan solo en una noche clara, desde la Tierra se podrían ver unas
3.000 estrellas a simple vista, mediante estas estrellas los humanos hemos ido
intentando representar el cielo.
Algunas
estrellas destacan de entre las demás. Su brillo dependerá de la energía que
desprendan y de la distancia que las separe de la Tierra. También
pueden parecer de distintos colores, esto es debido a su temperatura. Las
estrellas que se encuentra a mayor temperatura obtienen un color azulado o
blanquecino, mientras que las más frías adoptan tonos más anaranjados o
rojizos. Las estrellas se diferencian también por los diversos tamaños, desde
enanas hasta supergigantes, con radios mil veces mayores que el del Sol.
El
hidrógeno es una parte muy importante de las estrellas. Este circula por el
espacio en nebulosas. La gravedad hace que las nubes se condensen y se
colapsen. Cuanto más pequeñas sean estas nubes, más rápido giran. Cuando la
presión se acumula produce un aumento de la presión en el interior de una
estrella naciente, y la fusión nuclear comienza cuando la temperatura del
núcleo de dicha estrella llega a los 15 millones de grados.
Las
protoestrellas (estrellas jóvenes) a medida que se desarrollan acumulan parte
de la masa de las nubes que están a su alrededor y van creciendo a lo que se le
llama secuencia principal. Las estrellas en esta secuencia, como el Sol,
existen en un estado de fusión nuclear y podrán emitir energía durante miles de
años, mientras convierten el hidrógeno en helio. Cuando finaliza su fase de
secuencia principal pasan a través de otros estados de existencia en función de
su tamaño entre otras características. Cuanto mayor sea la masa de una estrella
más corta será su vida. A medida que estas avanzan hacia el final de su
existencia, el helio producido se hunde en el núcleo aumentando su temperatura
y provocando la expansión de su capa exterior. Estas estrellas grandes e
hinchadas, se conocen como “gigantes rojas”. Cuando la estrella pasa esta fase
se libera de las capas más externas y se vuelve blanca y pequeñita denominadas
“enanas blancas”. Una vez en ese estado se van apagando y dejan de producir
energía pasan a ser “enanas negras”.
Solo unas
pocas estrellas pueden evitar este proceso de evolución cuando surgen como
supernovas debido a una gran detonación. Estas agresivas explosiones pueden
producir o estrellas o si son lo suficientemente grandes, incluso agujeros
negros.
Los
llamados agujeros negros son cuerpos con un campo gravitatorio gigantesco. Son
negros debido a que no puede escapar ninguna radiación electromagnética ni
luminosa. Están rodeados de una especie de frontera que permite que la luz
entre pero no salga.
Aunque la
mayor parte del espacio que podemos observar está vacío, es inevitable fijarse
en esos pequeños puntitos que brillas. No es que el espacio vacío carezca de
interés, simplemente las estrellas llaman la atención.
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