Nacho Portilla
Miguel Angel (1475 - 1564)
Pintura renacentista italiana
Pintura al fresco
Ciudad del Vaticano
A Miguel Ángel no le gustó mucho recibir este
encargo porque pensó que era simplemente una gran satisfacción para el papa,
pero hoy en día, son considerados como la grandeza y los logros de Miguel
Ángel, como sus mejores obras. Fue construida entre 1477 y 1480, por el papa
Sixto IV, para restaurar la anterior capilla magna.
Recién terminada la construcción de la capilla en la
ciudad del vaticano, cuando ya finalizaron las obras, un grupo de pintores
entre ellos Botticelli, Pietro Perugino, Luca Signorelli y Domenico Ghirlandaio
pintaron una serie de paneles que desarrollaban la historia de la vida de
Moisés, acompañadas en la zona superior por retratos del papa y por cortinas
pintadas.
Conocemos como la bóveda de la capilla Sixtina al
conjunto de pinturas, especialmente frescos, que se utilizaron para decorar la
bóveda de la capilla. A Miguel Ángel le mandaron realizar estas pinturas para
sustituir las anteriores, realizadas por Piero Matteo d`Amelia, basadas en un
fondo azul con estrellas color oro. Para Miguel Ángel fue un trabajo muy
costoso, ya que meses ante le había pedido al papa poder construir su tumba, ya
que era un sueño para el, su obra perfecta, y el se negó.
El proyecto que quería realizar Miguel Ángel
constaba de una planta rectangular con forma piramidal que constaba de 3 pisos,
en los que iba a añadir en torno a 40 figuras escultóricas, talladas el mismo
con sus propias manos. Este proyecto le llevo alrededor de 8 meses, y cuando lo
tenia casi listo, recogiendo durante esos 8 meses mármol de Carrara, el papa le
encomendó una nueva tarea, pintar la capilla Sixtina, el cabreo que cogió fue
monumental.
Otro de los motivos del enojo de Miguel Ángel fue
que el carecía de experiencia pintando con la técnica del fresco, ya que pocos
podían hacerlo sin dificultades. Pintar al fresco tenia mucha dificultad ya que
consistía en pintar sobre el yeso fresco antes de que este seque. Anteriormente
se usaba cal. Según Giorgio Vasari para realizar alguna pintura en fresco, lo
importante era realizar todo la escena en una jornada. La superficie pintada en
un día se llama jornada.
Miguel Ángel empezó la obra el 10 de marzo de 1508,
sin ayuda de otros pintores, ya que el rechazo la ayuda de especialistas en
pintar en fresco, y también hizo quitar los andamios que le habían preparado,
concretamente bramante, para diseñar el mismo unos propios. En su primer
trabajo, que fue El Diluvio, tuvo serios problemas con la pintura, ya que la
humedad del ambiente alteraba los colores y el dibujo. Tuvieron que recurrir a
un especialista llamado Giuliano da Sangallo para que diera una solución y
volver a empezar, y esto le sirvió a Miguel Ángel para aprender a base de
sufrimiento.
Otro de los problemas que tuvo fueron sus terribles
dolores en el cuello, ya que tenía que estar durante horas con el cuello
inclinado, y las lesiones no se hicieron esperar. Tenía los tendones del cuello
destrozados ya que estuvo cuatro años en esa posición. El pintor también estaba
sometido bajo la presión de las discusiones con el papa. Una vez, a los dos
años del comienzo de la obra, Julio II exigía quitar todos los andamios para
ver que tal iba la obra de arte, los cuales tuvo que desmontar y volver a construir.
Le metían mucha prisa para acabar la pintura, y los pagos que no recibía,
cometió algún fallo que los andamio no le permitían ver, pero sin ninguna
importancia.
Finalmente termino su obra el 31 de Octubre de 1512,
demostrando que era capaz de demostrar toda su valía en la pintura.
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