Alfredo San
Millán
Los
escorpiones o alacranes son una especie de arácnidos con las patas delanteras
en forma de pinza y un aguijón venenoso y puntiagudo en el extremo del cuerpo.
Se conocen mas de 1.500 especies actuales y más de 100 en forma de fósil de
hace millones de años. Casi se encuentran en todas las partes del mundo menos
en algunas muy concretas.
Su anatomía
es similar a la del resto de los arácnidos pero algunas partes del cuerpo como
las patas delanteras y “la cola” por así decirlo son notablemente diferentes. Su
cuerpo esta dividido en dos partes: prosoma y opistosoma.
El prosoma
es la parte principal de su cuerpo (seria como la cabeza para nosotros) porque
en ella se encuentran la boca, los ojos, el cerebro, las patas delanteras y
otros órganos vitales imprescindibles. Es la parte que utiliza para la captura
de presas, la percepción a trabes de los sentidos…
El
opistosoma, es la parte posterior del cuerpo, en la que se realizan las
funciones de: digestión, respiración y reproducción. Que a su vez se divide en:
Mesosoma:
en el se encuentran los órganos reproductores y el sistema digestivo.
Metasoma:
es una parte del opistosoma. Está formada por el telson o cola, donde se sitúan
las glándulas del veneno.
Telson: o
cola es la estructura mas potente del escorpión y el lugar en el que se sitúan
las glándulas del veneno y el aguijón que es una estructura hueca y puntiaguda,
que utilizan para inyectar el veneno en las presas o en sus posibles
predadores.
Los escorpiones son animales depredadores
cazan principal mente invertebrados e insectos.
La mayoría
son nocturnos salen por la noche en busca de su comida y esperan al acecho a
sus presas, llegando a devorar varios insectos por noche y cuando han conseguido
el alimento necesario permanecen largos periodos de tiempo escondidos, incluso
meses.
Otras
curiosidades de estos animales son que algunas especies pueden llegar a medir
entre 23 y 25 cm .
La mayoría
de los escorpiones no son letales para el hombre, pero hay algunas especies en
concreto que si lo son y mucho como por ejemplo las que aparecen en Méjico, el
Centruroides noxius , el Centruroides elegans, el Centruroides grácilis, el
Centruroides limpidus tecomanus, el Centruroides suffusus y el Centruroides
infamatus.
El veneno
de estas especies es neurotóxico y se intenta contrarrestar con el suero
polivalente antialacrán, pero por desgracia en la mayor parte de las victimas
se produce la muerte sin remedio posible, principalmente de niños.
En Europa
solamente hay una especie cuya pero dentro de su riesgo no es letal ni mucho
menos, solo muy dolorosa.
Existe la
falsa creencia de que los escorpiones rodeados por un anillo de fuego se
suicidan clavándose su propio aguijón, pero no es así. Lo que ocurre en verdad
es que a altas temperaturas las proteínas que forman su cuerpo solidifican y
provocan que el cuerpo del escorpión se arquee, dando la sensación de que se
está atacando a sí mismo.
Imagen contarcuentos.com
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