P. Ruiz, S. Uribe, A. Uriona, R. Sañudo
Desde la
antigüedad la mujer ha sido discriminada desde la cuna, ya el filosofo griego
Platón alegaba que la mujer no tenia alma o bien su discípulo Aristóteles
reflejaba que la virtud de la mujer era el silencio. A lo largo de la historia
las mujeres hemos sido manipuladas y manejadas como si de meras marionetas se
tratase pero día a día hemos intentado cortar esas cuerdas que nos siguen uniendo
a los hombres y como consecuencia depender de ellos.
Pero
remontándonos a nuestros días este problema no ha desapareció en su totalidad;
mujeres maltratadas y dependientes de un hombre o sociedades todavía ancladas
en el pasado sosteniendo un ideal un tanto retrogrado; Hombres y mujeres nos
hemos forjado difiriendo así en nuestro carácter y sensibilidad.
Como en los
cuentos de hadas y princesas que hemos leído durante nuestra infancia; ¨La niña
debe ser como Blanca nieves o Cenicienta, hermosa y bondadosa si quieren
encontrar un príncipe azul si no tenderían a parecerse a la Bruja Amelia
Si bien,
que esperamos en una sociedad donde se establece una clara división entre niños
y niñas solo por el hecho de tener que jugar con distintos juguetes; ¿Por qué
las mujeres estamos encaminadas a jugar con muñecas desde la cuna? Y así , por
tanto establecer un vinculo que nos hace depender de ellas para lograr un tanto
de felicidad , ese vínculo que voluntariamente creamos con los hombres y que a
la fuerza hace que dependamos de ellos a la hora de tomar nuestras propias
decisiones , aquellas que afectan a nuestra vida y de las que ellos siempre son
participes.
Sin querer
aludir y basándonos en la jerarquización de las sociedades orientales; podemos
ver intacta la costumbre de prometer a las niñas desde que nacen sin dotarlas
de la capacidad de elegir, de enamorarse, de ser feliz. Asumiendo así las
decisiones que su propia familia ha tomado por ellas. Y así mantener el
sometimiento que los hombres han tenido sobre nosotras a lo largo de la
historia. Pues bien el desarrollo de la misma historia ha hecho una clara
división entre los países desarrollados, fomentando la discriminación positiva
y los países subdesarrollados en cuya mentalidad retrograda cabe que la mujer
es un ciudadano de segunda y no tiene ningún derecho solo ser propiedad del
hombre y complemento de este. A lo largo de la historia la mujer no ha tenido
otro fin que traer vida a este mundo sin dotarla de más aspiraciones. Pero no
queremos acabar este artículo sin hacer un pequeño homenaje a todas aquellas
mujeres que han luchado por nuestros derechos y han cambiado en su totalidad
parte de estos, pero solo nos queda un pequeño paso, tomar consciencia de ello
e intentarlo.
Imagen de
excelsior.com.mx
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