Maria Conde
El caballo
es un animal de presa, que a pesar de su corpulencia y velocidad siempre ha
sido un animal que huye para buscar la supervivencia. En un estado de libertad
el caballo vive en alerta constante y al menor indicio de peligro sale huyendo.
Pero ser un animal de presa le ha dotado con un gran desarrollo de algunos de
sus sentidos y un rápido capacidad de respuesta.
Su oído;
este animal ha sido dotado con un gran sentido auditivo, sus orejas tienen un eje rotativo que
permiten al animal escuchar un sonido en cualquier dirección.
Su vista;
los caballos gozan de una amplia visión del mundo, la colocación de sus ojos
aumenta su campo visual hasta dejar dos únicos puntos ciegos. Estos están
colocados justo delante de su nariz y otro justo detrás de su nuca.
Su olfato;
al igual que su oído es un sentido muy desarrollado. Por ejemplo un semental es
capaz de oler a una yegua en celo a 800 metros de distancia.
Su tacto;
el caballo tiene receptores alrededor de todo su cuerpo, lo que le permite
conocer lo que tiene a su alrededor y combinado con el resto de sentidos le
proporciona seguridad.
Todos estos
sentidos proporcionan al animal una
perfecta visión del mundo y son la base de su psicología, junto a unos
preceptos básicos.
1) La huida
ante cualquier tipo de peligro, su tiempo de reacción ante ese peligro y su
rápida reacción de escapar del peligro.
2) El
aprendizaje, son animales de aprendizaje rápido, pero si este aprendizaje no es
correcto puede crear una situación traumática ante eso que el animal intenta
aprender.
3) La
memoria, tienen una memoria casi infalible.
4) El
lenguaje corporal, los caballos son animales, por lo que no pueden hablar, así
que se comunican por medio del cuerpo. Por esto un caballo es capaz de percibir
todas las actuaciones del ser humano.
5) La
socialización, que se organizan en jerarquías siguiendo siempre un orden
establecido: un líder, unos grupos según el carácter y la personalidad del
animal y normalmente hay un caballo que marca la diferencia.
La
psicología de los caballos tiene matices similares a la humana, como la
organización el jerarquías. Además los hombres y los caballos han evolucionado
juntos, por lo que no es de esperar que los humanos sigan trabajando junto a
ellos hoy en día. Algunos ejemplos de estas actividades son: la actividad
deportiva, la hipoterapia e incluso como
refuerzo y ayuda a terapias psicológicas.
Los
caballos son excelentes para mejorar y tratar enfermedades que obstaculicen la
movilidad de las personal y también problemas como el autismo, ya que estos
animales tienen una forma de desplazarse
muy beneficiosa y que ayuda al paciente con la coordinación y la movilidad,
pero también proporcionan un estado de confianza y de tranquilidad. A esto se
le llama hipoterapia, pero los caballos tienen mayor capacidad de actuación.
En la
actualidad se ha empezado a trabajar con estos animales de una forma muy
distinta y que está obteniendo excelentes resultados. Esta forma de trabajar
con los caballos se denomina modelo Eagala, aunque es pionero en España, está
bastante desarrollado en la zona de Cataluña, en Cantabria únicamente existe un
equipo de profesionales titulados.
Este modelo
a diferencia de la conocida hipoterapia se realiza pie en tierra, es decir que
los pacientes no montan en ningún momento al caballo. Requiere un equipo de
profesionales titulados; que consta de un psicólogo y de un especialista
equino. Se realiza con un grupo de caballos en total libertad, ya que de esta
manera se aprovecha todo el potencial de este animal. Los caballos actúan como
un espejo ante las actuaciones del paciente o los pacientes, por lo que estos
animales son ideales para que las personas se vean reflejadas en el animal. Se
trata de una terapia complementaria en la que actúan los caballos y el
especialista equino para ayudar con el diagnostico de el psicólogo. Se trata de
una terapia que cuyo tiempo de realización es menor, es decir lo que se podría
solucionar en el despacho de un psicólogo en veinte sesiones, con los caballos
se reduce a unas ocho. Es una terapia que obtiene grades resultados en poco
tiempo.
El modelo
Eagala sigue un orden determinado:
1º El
paciente entra a la pista con los caballos en total libertad.
2º Los
profesionales exponen una actividad al paciente.
3º El
paciente realiza la actividad y es él mismo el que la da por finalizada. En el
proceso de la actividad el psicólogo se fija en las reacciones del paciente y
el especialista equino es el encargado de observar las reacciones de los
caballos.
4º Los
profesionales y el paciente hablan sobre la actividad y sacan conclusines de la
misma.
5º Por
ultimo el psicólogo realiza su diagnostico final.
Esta
actividad no es únicamente para personas con algún tipo de problema
psicológico, también es ideal para que cualquier tipo de persona se conozca
mejor así misma.
Imagen terapiaambcavall.com
– isabelsalama.com
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