La contaminación del medio ambiente por residuos de medicamentos es un problema que soportamos desde hace décadas.
Los medicamentos son productos altamente contaminantes y en lugares como en España tienen una amplia presencia en el medio ambiente, sobretodo en el agua, ya que hay mucha gente que se deshace de los restos de medicamentos tirándolos a la basura o al baño. También algunos al ser ingeridos acaban en los ríos por la orina.
Esto es un serio problema que cada vez se hace más importante y que se suma a los demás tipos de contaminación producidos por las industrias, los pesticidas, etc.
A lo largo de los años se han encontrado medicamentos y derivados de ellos -metabolitos-, en lugares como aguas residuales, ríos y otras corrientes, además de aguas potables.
Uno de los motivos es por la eliminación inadecuada de los medicamentos que están caducados o de sus cajas, ya que a menudo se tiran a la basura o al inodoro por lo que pueden llegar al aire, al suelo o a las aguas.
También, durante el proceso de fabricación de los medicamentos pueden liberarse residuos que suelen ir a parar a las aguas y de ahí también diseminarse por el aire y el suelo. En el caso del agua, las plantas depuradoras no logran acabar totalmente con eliminar todos los medicamentos que se pueden encontrar en ellas, por lo que pueden acabara en el agua potable para consumo humano y de los animales y además afectar a la vegetación de la zona
El hecho de que vuelva a los grifos de nuestra casa, aunque ahora mismo no es ninguna amenaza, es algo preocupante.
Para evitar esta contaminación y conservar nuestro entorno es importante no depositar los medicamentos en cualquier lado sino hacerlo en los lugares adecuados para no contaminar el medio ambiente.
Hace unos años, en 2002, surgió un importante proyecto para eliminar dichos medicamentos, es el Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Medicamentos –SIGRE-.
El SIGRE en un sistema creado por los laboratorios que hacen los medicamentos para garantizar el correcto reciclado de los envases y restos de medicamentos que están en los domicilios de las personas.
Su puesta en marcha fue promovida en 2001 por los laboratorios farmacéuticos y participan las oficinas de farmacia y las empresas de distribución farmacéutica.
El sistema para los ciudadanos empieza donde compramos los medicamentos, en las Farmacias. En la mayoría de ellas podemos encontrar unos contenedores que sirven para echar en ellos las cajas de medicamentos vacías o medicamentos que ya no vayamos a utilizar porque hemos terminado el tratamiento o porque se han caducado, esto es el llamado Punto SIGRE.
En un paso siguiente, la farmacia estrega estos medicamentos a las empresas de distribución de medicamentos de su provincia y desde ahí son trasladados a una planta de clasificación de residuos donde son separados. Después los envían a un lugar donde eliminan los medicamentos que son más peligrosos y reciclan los envases de estos.
SIGRE persigue un doble objetivo:
El medioambiental: reducir los problemas medioambientales que los envases y restos de medicamentos pueden ocasionar, mediante la prevención de los residuos en origen y el correcto tratamiento medioambiental de los residuos generados.
El sanitario: favoreciendo la no acumulación de medicamentos en los hogares y sensibilizando al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos.
Esto nos indica que tenemos que hacer un buen uso de los medicamentos y no tomar en exceso, solo cuando sea necesario para mejorar nuestra salud o nuestra calidad de vida. También es importante saber que los medicamentos, al igual que muchos otros objetos, se pueden reciclar cuando ya no son útiles, ya que muchos de ellos tienen componentes algo peligrosos.
SIGRE ha sido diseñado como un sistema de gestión cerrado, basado en un proceso de de organización inversa en el que participan los distintos agentes de la cadena del medicamento.
Hasta que el medicamento llega a las personas pasa por distintos procesos:
Se crea en un LABORATORIO, desde aquí va a la empresas de DISTRIBUCIÓN FARMACÉUTICAS, de ellas a las FARMACIAS y de éstas a los CIUDADANOS.
La actividad desarrollada por SIGRE es el proceso contrario al que tiene el medicamento cuando llega a las personas:
Se inicia con la recogida de los residuos de medicamentos a través de los contenedores específicos instalados en las oficinas de farmacia (Puntos SIGRE), donde los ciudadanos pueden depositar los medicamentos que ya no necesiten o que estén caducados, así como sus envases vacíos. SIGRE facilita a las 21.458 farmacias que hay en España estos contenedores.
A continuación, la distribución farmacéutica recoge los residuos de medicamentos y los almacena en contenedores estanco ubicados en sus instalaciones, desde donde son retirados por gestores autorizados para su transporte hasta la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos que está en Tudela del Duero (Valladolid).
En esta planta son clasificados y separados por:
El tipo de envase. Una vez que ya están clasificados y separados los trasladan a plantas especializadas para su reciclado.
Los restos de medicamentos, una vez que ya han sido clasificados se eliminan mediante gestores de residuos autorizados.
María Fernández
Estudiante de secundaria. Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen dicyt.es
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