El ruido también contamina

La contaminación acústica es el exceso de sonido, producido por actividades humanas, que afecta a los seres vivos de una zona provocando daños sobre la salud: auditivos, fisiológicos y psicológicos.

Hay que diferenciar el sonido del ruido: el sonido suele ser algo tranquilo y agradable mientras que el ruido es algo no deseado, generalmente estruendoso.

 La contaminación acústica se da cuando el ruido es considerado como un contaminante.

El ruido se clasifica según los siguientes criterios: Por su procedencia y por su nivel.

Este se mide en decibelios. Entre 55 y 65db ya se considera incomodo el ruido, con 55db se ve afectada un 10% de la población, con 85db es molesto para todos los seres vivos y puede producir daños. No se percibe apenas ruido por debajo de los 45db.

Las causas de esta contaminación pueden ser varias

a. Naturales. Fenómenos meteorológicos -> Viento, truenos, oleaje, lluvia

b. Hábitos y usos.  Aparatos electrónicos que usamos habitualmente, volumen de voz…

c. Obras. Infraestructuras de transporte, infraestructuras urbanas, infraestructuras hidráulicas, edificios públicos…

d. La industria. Industrias que utilizan maquinaria pesada.

e. Cuestiones sociales. Ruido del tráfico, de las grandes ciudades, de aeropuertos, de diferentes actividades sociales…

A partir de la Revolución Industrial empezó a aumentar aunque ya existían registros de contaminación sonora desde antiguo, con el desarrollo de las ciudades y de los medios de transporte.

Las ciudades son los lugares en los que se concentra  el ruido. Las vías de comunicación y el tráfico de automóviles son las principales causas de este tipo de contaminación. El ruido procede tanto del motor como de la fricción del vehículo con el suelo y  el aire. Los medios de transporte más ruidosos son el avión, las motocicletas y los autobuses.

El incremento de la velocidad, su categoría la cantidad de vehículos que circulan, el estado de conservación, el tipo de calzada… incrementa la producción de ruido relacionado con los vehículos.

Existen otras fuentes de ruido que afectan a grupos concretos de población: bares y locales, calles comerciales, recogida de basura, ruido de vecindad que producen molestias a los vecinos.

Las contribuciones energéticas principales a la contaminación acústica son: un 80% el transporte por carretera, un 10% las actividades industriales, un 4% el tráfico ferroviario y un 6% otros como el tráfico aéreo, obras públicas, etc.

El ruido tiene diversos efectos sobre la salud. Puede provocar daños fisiológicos y psicológicos.

Fisiológicos (cuando se superan los 125db) en el sistema cardiovascular (alteración del ritmo cardiaco). En las glándulas endocrinas, por ejemplo: aumento de la secreción de adrenalina. En el aparato digestivo, que produce un incremento de la enfermedad gastroduodenal. Pérdida auditiva, es progresiva y lenta.

También puede provocar efectos psicológicos como aislamiento social, fatiga, dificultades de observación, dificultades de concentración, rendimiento y atención, tendencia a actitudes agresivas, ansiedad y depresión o perturbación del sueño e insomnio.

El ruido es algo que convive entre nosotros y como tal lo hemos aceptado y no nos damos cuenta de que es un problema pero lo podemos controlar. Se puede controlar desde la fuente, el receptor o el medio de propagación. Actuando sobre la vibración de un cuerpo que produce el ruido, por ejemplo: una maquinaria produce una vibración, que esta se traspasa a las paredes y llega a otros objetos haciendo que vibren también y al final provocando ruido. Solución: colocar elementos dispersores de vibración como muelles o bancadas de inercia.

Reduciendo la amplitud de onda. Un ejemplo de solución: Cambiando el tipo de asfalto como el sonorreductor.

Para el control del ruido hay algunas soluciones como son:

Modificando la orientación de fachadas, de modo que el trazado de la vía no coincida con el edificio.

Colocando barreras acústicas, son estructuras exteriores que suelen colocar en las carreteras para amortiguar el ruido. Además son eficaces y de bajo coste.

Cerramientos: se encierra la fuente en cabinas de manera que se reduce el ruido que se emite al exterior. Se usan por ejemplo en las azoteas con los elementos de ventilación.

Protegiéndonos los oídos con cascos o tapones.

Cabinas de aislamiento aislando al propio receptor.

Para reducir el ruido del tráfico se puede

Crear zonas de circunvalación.

Utilizar transporte público

Jerarquización de las vías

Eliminación de trayectorias rectilíneas

Modificación del pavimento

Transporte público más silencioso

Lucía de la Mora
Estudiante de secundaria, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen 

 

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