Nació en Torrelavega en 1959, y ha sido y es una de las leyendas de la historia del ciclismo, un deporte que vive en un escándalo continuo del que él no ha sido ni ajeno, pero si crítico. En la semana en que Amstrong lo ha perdido todo, recordamos esta entrevista en su restaurante de Torrelavega.
Pregunta. ¿Piensa volver?
Respuesta. Sí, hasta hace un año tenía muchas dudas, pero
ahora sí porque creo que en primer lugar yo mismo me lo merezco y porque creo
que le he dado mucho al ciclismo, posiblemente le haya hecho algunas cosas
malas, como todos cuando tienes una trayectoria muy larga en un deporte. Pero
estoy seguro de que le he hecho mucho más bien al ciclismo que mal y en ese
sentido creo que me lo merezco. Vuelvo a decir que muchas veces cuando hablo de
mí, hablo de un entorno que está alrededor mío y todo ese entorno se merece que
vuelva.
P. ¿Se filtra interesadamente información a los medios?
R. (Risas) hombre por supuesto que sí, por desgracia lo
estoy viviendo en mis carnes continuamente. Se filtra mucha información
interesada y a destiempo.
P. ¿Se está perdiendo la perspectiva en la lucha contra el
dopaje?
R. .En el mundo del ciclismo sí, la
prueba
de ello es que hay infinitamente más cosas que el resto de los
deportes. El ciclismo está perdiendo esta perspectiva. Que alguien pueda ir a
tu casa, yo qué sé, que a mí me despierten como me han despertado en una
carrera a las tres y diez de la mañana porque nos vienen a hacer un control
antidopaje, creo que eso es perder la perspectiva.
P. Como hostelero, ¿qué opina de la nueva ley antitabaco?
R. Me parece más justa, por ejemplo, lo digo bien claro
cuando se oía con la antigua ley antitabaco tabaco, no hay que cerrar toda la
hostelería. Porque cuando prohibieron el tabaco, el primer paso fue, en los
establecimientos de menos de ochenta metros se puede fumar y en los de más de
ochenta metros no se puede fumar y los de ochenta metros no se quejaron ¿por
qué ahora los que tenemos establecimientos mayores nos vamos a preocupar de los
que tienen ochenta metros? Yo entiendo que para el que viene a tomar un café o
un cubalibre es
un fastidio, ya que nuestra cultura es de pasar ratos
importantes en los bares. Pero te puedo garantizar que aquí , en concreto, en
todo lo que yo he vivido, no ha habido ni un sólo problema con ningún cliente,
son disciplinados. Salen a fumar fuera, vuelven a entrar, yo creo que es más lo
que hablamos antes, la prensa envuelve una bola.
P. ¿Cuál es su relación con Eufemiano Fuentes?
R. Ninguna, no tengo el más mínimo contacto con él y ahora
mismo no sé que es de su vida.
P. Desde fuera, ¿qué opina de su caso?
Es que no sabes qué opinar, en un charla coloquio me
preguntan que pienso de Eufemiano Fuentes entonces para desvincularme
completamente del tema médico dije “En el año 1990 cuando estuvo con nosotros
era un gran psicólogo”, ya ves que no tiene nada que ver con la medicina, o la
medicina desde ese punto de vista, al día siguientes fueron titulares como
aquel que había dicho una cosa exagerada.
P. ¿Es posible reponer el daño que se ha hecho a su imagen?
R. No, el otro día lo hablaba con un abogado y le decía
"y cuando yo gane todo esto, además de todo el daño que se me ha hecho
moral y el dinero que se me ha hecho gastar de mi patrimonio familiar, ¿a qué
es lo que puedo aspirar? y me dice , "al honor de haber ganado al
gobierno", ¡me cagüen diez! si mi honor no tiene precio, no hay nada ya en
el mundo que te lo pueda reponer. Yo he sido siempre muy solidario con mi gente
y se hizo mucho daño a mucha gente de mi entorno, luego todo eso ¡¿quién te lo
vuelve a dar?!. Tu te imaginas ahora el equipo que había en la ONCEcuando pasó
aquello, Contador, Luís León , Barredo, Rojas, Dani Navarro, Redondo (que lo
destrozaron), Vinokurov, yo que sé, David Echevarria, Beloki... O sea es
incalculable el daño que hicieron a esos ¿sabes?. Todo lo que tú has ido
sembrando durante muchos años con tu propio esfuerzo para aglutinar al mejor
equipo del mundo, al final la sensación es que:
P. ¿Qué opinión tiene de Jaime Lissavetzky y de su gestión
del CSD?
R. Yo creo que hay que verla dentro de siete u ocho años, a
toro pasado.
Claro, es que Jaime Lissavetzky, todos los éxitos que está
obteniendo los ha obtenido del mundo profesional mayoritariamente y del trabajo
de los anteriores. Nadal empieza a ganar estando con Jaime Lissavetzky, pero
quién ha hecho a Nadal o quién ayudó a Nadal, lo tendrá que decir Nadal y en
todo caso la política de base que hicieron los secretarios de estado
anteriores. Lo que ha hecho ahora de política de base Lissavetzky lo veremos
dentro de ocho años, y aunque no le tengo ningún aprecio, te digo que ojalá sea
todo un éxito porque sería un éxito para el deporte español.
P. ¿Qué opina de la existencia de un ministro de deportes?
R. No lo sé, yo ahí no puedo opinar mucho yo creo que el
deporte por muy importante que sea no debería tener un ministerio. Hay una
secretaria de Estado para el deporte que en los últimos años depende de
presidencia directamente, aunque históricamente ha dependido del ministerio de
cultura.
Vamos a ser claros, en el deporte al fin y al cabo, el
ochenta por ciento de los triunfos son el deporte profesional y la inversión
privada. ¿Ypara ese otro veinte por ciento vamos a tener un ministro? La
secretaría de Estado es suficiente, ya te digo sin entender mucho de política,
y a lo mejor estoy metiendo la pata hasta el fondo.
P. ¿Qué opina de los casos de Marta Domínguez y Alberto
Contador?
R. Son completamente diferentes.
Yo creo que Marta Domínguez es un poco el resultado de un
país que vive en el mayor totalitarismo y no hay un control democrático por
mucho que digamos, y sin embargo el caso Contador, es un tema en el que ha
habido un problema , que es real. Ha aparecido clembuterol donde no tenía que
haber aparecido. Él se esta defendiendo bien ,aunque yo lo hubiese hecho de
otra manera. Está proclamando su inocencia a los cuatro vientos .
Son hechos y parámetros completamente diferentes.
Digamos que lo de Contador parte de un hecho real, existe
una sustancia en su organismo y lo de Marta Domínguez parte de un hecho irreal.
P. Pero al hacer las etapas más largas no se busca el
espectáculo perjudicando al ciclista.
R. Estamos preparados para ello, tenemos que empezar a
pensar que el ciclismo empieza antes de subirse a la bicicleta y antes de
llegar a una competición. Tiene muchas horas de entrenamiento. Hacemos
entrenamientos de cinco días y los Pirineos duran tres. Con esa base de
entrenamiento están capacitados para hacer eso, y no tenemos que poner ni la
más mínima disculpa a que los recorridos incitan al dopaje, los recorridos a lo
que incitan es a superarte, ni más ni menos.
P. ¿Qué aportan las concentraciones de equipo?
R. Antes de llegar yo, las concentraciones eran de
amiguismo. No había metodología. Se juntaban después del invierno, habían
engordado mucho por lo que echaban un partido de fútbol y hacían una
caminata.
P. ¿Cómo gestionaba en sus equipos los roles de líder,
viendo a Amstrong y Contador, parece difícil?
R. Yo siempre decía lo mismo, yo soy un pequeño dictador,
luego el que manda soy yo, vosotros cada uno a lo vuestro.
En la “batalla” por ejemplo, porque es la última la de
Amstrong contra Contador, quién realmente tuvo que poner las cosas en su sitio
tuvo que ser Johan Bruynel..
Estoy seguro que las puso, no me cabe ni la más mínima duda,
pero luego el que tiene que hacer el rol de unión y el rol de liderazgo del
equipo tiene que ser algún otro compañero que sea capaz de tomar un café con
los dos y que sea capaz de hacerles comprender a los dos que por encima del
bien individual esta el bien común y colectivo y que ese bien colectivo va a
repercutir en el bien individual de ellos.
P. Lo que interesa es que gane el equipo.
R. Efectivamente, el problema no fue el rol de líder, sino
que faltó ese compañero intermedio que debía de hacer esa función. Yo siempre
quería aprovechar todas las vías posibles
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