jueves, 13 de marzo de 2014

El Tratado de Versalles



Tras la finalización de los combates el 11 de noviembre de 1918, este tratado fue firmado en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles el día 28 de junio de 1919, interviniendo Alemania siendo el bando perdedor y las potencias mundiales de la aquella época y sus  países aliados como vencedores, tras una negociación que duro seis meses en la Conferencia de Paz en París, entrando en vigor el día 10 de enero de 1920, momento en que dió por terminada finalmente  de manera oficial la Primera Guerra Mundial. El acuerdo fue ratificado por la Sociedad de Naciones.


Sus antecedentes históricos se basan en los “catorce puntos”, que era un listado de objetivos redactados por el presidente de estados unidos, Woodrow Wilson, cuyo propósito era conseguir una paz justa y duradera (“guerra para poner fin a todas las guerras”). Estos catorce puntos comprendían acuerdos que hablaban sobre  política y territorio, principios para evitar que surgiesen otras guerras y la creación de una Liga de Naciones que hiciera de árbitro en las disputas producidas a nivel internacional, si bien al final se redactó dando mayor importancia a los intereses de los estados victoriosos
La redacción del Tratado de Versalles se estructuró en quince partes, con un total de 440 artículos y algunos de ellos con sus anexos.  Se inicia con el Pacto de la Sociedad de Naciones,    las fronteras de Alemania, diversas claúsulas como militares, navales, económicas, aéreas,  financieras, etc , se incluyen las sanciones y reparaciones y se finaliza con las previsiones y misceláneas.
El principal objetivo del Tratado imponía que Alemania tenía que aceptar toda la responsabilidad por causar la Gran Guerra, imponiéndoles obligaciones  muy estrictas.
Entre las disposiciones territoriales impuestas,  la más significativa es que Alemania fue obligada a devolver a algunos países limítrofes parte de su propio territorio o zonas que había conquistado durante el periodo de guerra, como es el caso de Alsacia y Lorena entregados a Francia, SonderJutlandia a Dinamarca, Eupen y Malmedy a Bélgica, entre otros. La provincia de Sarre y la ciudad de Danzing fueron entregadas para su administración a la Sociedad de Naciones.
También tuvo que entregar a los vencedores todas las colonias que poseía, tanto en el océano como en continente africado, además de prohibirle cualquier unión con Austria.
Las cláusulas militares consistían en la reducción del ejército en general, un máximo de cien mil soldados sin artillería ni submarinos ni aviación. La flota naval también tuvo que ser reducida y se le prohibió fabricar material de guerra. También implicaba que se disolviese el estado mayor del ejército (OHL)
Una de las cláusulas económicas más importantes decía que Alemania debía entregar anualmente 44 millones de tm de carbón, 371.000 cabezas de ganado, la mitad de la producción farmacéutica y química y la totalidad de cables submarinos, etc… durante cinco años. Otra decía que Alemania tenia que realizar el pago de 132.000 millones de marcos-oro alemanes (para aquella época $31.400 millones), lo que equivale de forma aproximada a $442.000 millones de dólares estadounidenses en el  2012, una suma que para Alemania era imposible pagar y que muchos economistas en aquel momento consideraron demasiado elevada, ya que representaba más que las reservas internacionales de Alemania.


Otras cláusulas eran las morales, que decían que Alemania y sus aliados fueron los únicos responsables de la guerra. También se prohibió el ingreso de Alemania en la Sociedad de Naciones.
En sus disposiciones laborales este tratado estableció principios universales y esenciales para los derechos de los trabajadores tales como el derecho de asociación para los trabajadores, derecho a un salario adecuado, a un descanso semanal, a una jornada laboral de ocho horas, entre otros.
En Alemania la firma del Tratado de Versalles causó gran humillación a la población, con un sentimiento de venganza e ira hacia los Aliados, que provocó la caída de la República en 1933 y la instauración del nazismo con Hitler a la cabeza de lo que se llamó III Reich. La gran tensión en la población provocó una gran crisis que derivó en la Segunda Guerra Mundial.



Ignacio Ahumada, Alex Pérez
Estudiantes de secundaria, Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen www.unapicaenflandes.es - hmcontemporaneo.wordpress.com


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