martes, 4 de marzo de 2014

Desde mis 34 años


Pablo Gutiérrez 

Mi nombre es Manuel López y Viguri de Castro  y nací el 17 de Mayo de 1902 en Madrid, el mismo día y lugar en el que fue coronado Alfonso XIII nada más cumplir su mayoría de edad. Hasta entonces, había sido regente su madre, Mª Cristina, pues él fue hijo póstumo.
Mi gran pasión es la política y por eso, leo los periódicos siempre que puedo. No importa su ideología. Leo el ABC, La Vanguardia, El Debate, El Sol, Tierra y Libertad o Mundo Obrero… y todo gracias al empeño de mi madre en enseñarme a leer y escribir. De hecho, ella y yo somos los únicos que sabemos hacer ambas cosas en mi calle, por lo que cuando los vecinos reciben o deben escribir cartas, acuden a nosotros.
Así que, comenzaré a escribir mis recuerdos contando todas aquellas cosas que, considero, serán de interés para el futuro, ahora que me han llamado a filas.


Dicen mis mayores que antes de mi nacimiento había habido manipulación electoral y caciquismo por parte de dos partidos: el liberal y el conservador. Así que, Alfonso XIII tuvo que afrontar la Crisis de la Restauración, que se extendió desde 1902 hasta 1923. Durante estos años, hubo diferentes gobiernos, pero ninguno pudo tranquilizar los ánimos de los humildes, que protestaban contra los patronos; contra el gran poder de la Iglesia; reprochaban la pérdida de Cuba y Filipinas en 1898… y, como consecuencia, surgieron nuevas ideas como son las republicanas, socialistas, anarquistas…además de los sindicatos UGT o CNT. Pero aquí no acaba la cosa. No. Cuando yo tenía 7 años; es decir, en 1909, la prensa informó de que España estaba en guerra con Marruecos y que había habido mil bajas en el Barranco del Lobo. Los españoles ya no aguantaron más e iniciaron en Barcelona una huelga de tres días acompañada de revueltas, quema de conventos, enfrentamientos con el ejército…etc. Al final, hubo centenares de muertos, por lo que llamaron a estos días ‘Semana Trágica’.

Un liberal apellidado Canalejas intentó hacer reformas sociales, pero no le dio tiempo, pues le asesinaron antes de poder llevarlas a cabo, con lo que se desencadenó un enfrentamiento entre el Gobierno y el Ejército que obligó a formar, en 1917, Gobiernos de Concentración que clausuran las Cortes y acogen a otras ideologías que constituyen una Asamblea Nacional de Parlamentarios. Por su parte, el ejército respondió con la formación de las Juntas de Defensa, una especie de sindicato, para expresar sus reivindicaciones. La situación social y económica del pueblo se agrava: aumenta la pobreza y, además, aparece una epidemia de gripe. Y se hace insostenible con la muerte de miles de españoles en el Desastre de Annual (Guerra en Marruecos) en 1921. Esto ya lo recuerdo muy bien porque tenía yo 19 años y me libré de ir a esta guerra por circunstancias que no vienen al caso. A partir de aquí, y durante dos años, se vivieron huelgas, atentados, ejecuciones… y, al fin, en 1923, Alfonso XIII decidió apoyar el Golpe de Estado y la Dictadura de Primo de Rivera, que rápidamente declara el Estado de Guerra, suspende la Constitución y disuelve las Cortes. En su lugar, nombra un Directorio Militar que, con mano dura por medio de un partido único llamado Unión Patriótica, gobierna al estilo de Mussolini en Italia; prohíbe la bandera, el himno catalán y la lengua catalana (echando por tierra las reivindicaciones de Companys) y pone fin a la guerra con Marruecos con el desembarco de Alhucemas.




Dos años después, en 1925, sustituye el Directorio Militar por el Directorio Civil, compuesto por civiles e inicia la construcción de grandes obras públicas. Con el apoyo del PSOE y UGT, funda la Organización Corporativa del Trabajo, para conciliar a patrones y obreros. Pero fracasa. Igual que fracasó su ley fundamental conocida como Constitución de la Dictadura. Todo el panorama social era un caos y para colmo, Primo de Rivera estaba enfermo. No pudo más y presentó su dimisión al Rey en 1930.
Alfonso XIII, entonces, nombra jefe de gobierno a Berenguer, que quiere restituir la Constitución, convocar elecciones municipales y a Cortes Constituyentes. Pero los partidos de la oposición firman el Pacto de San Sebastián en el que proponen derrocar a la monarquía e instaurar un régimen democrático. Bajo su amparo, surge un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora, republicano conservador.
Se produce un levantamiento militar en Jaca en apoyo a la República y sus dirigentes son fusilados.
El rey y Berenguer, que dimite, son incapaces de frenar este movimiento, por lo que se forma un nuevo gobierno presidido por Aznar, que convoca elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Esta fecha la recuerdo muy bien porque fui a votar por primera vez en mi vida.
Triunfaron los republicanos y socialistas y el rey partió al exilio (ahora no recuerdo muy bien si se fue a Suiza, Italia o Portugal, pero da igual. Ya no estaba en el país). El paso siguiente fue la proclamación de la Segunda República.

Desde 1931 a 1933, llamado Bienio Reformista, se forma un Gobierno Provisional presidido por Alcalá Zamora, que convoca elecciones a Cortes Constituyentes. El resultado fue una Constitución de ideología republicana: soberanía popular, sufragio universal masculino y, por primera vez, femenino y declaración de derechos y libertades: divorcio y derecho a la educación. Además, se deja el Poder legislativo para las Cortes Unicamerales; el Poder ejecutivo, para el Presidente de la República y, por último, el Poder judicial es para los Tribunales de Justicia.



  
Tras la Constitución, preside el gobierno Manuel Azaña y Niceto Alcalá Zamora es el Presidente de la República. Las cosas empiezan a cambiar. Se aprueba el Estatuto de Autonomía de Cataluña; se reforma la educación (educación para todos, se aleja a la Iglesia de la educación…); hay una reforma agraria (expropiación y reparto de tierras); se moderniza el ejército… sin embargo, hay mucho paro y nada de dinero en los bolsillos. Finalmente, el general Sanjurjo intenta un golpe de estado.
  
En 1933 hay que votar otra vez y triunfa un grupo de derechas (CEDA) presidido por Lerroux que elimina las leyes anteriores. De nuevo hay movilizaciones, la más grave en Asturias; Companys declara el Estado Catalán; se descubren escándalos financieros (Escándalo del ‘Estraperlo’)…y el gobierno tiene que dimitir. Otro par de años con nombre: Bienio radical-cedista y de nuevo a las urnas este año…El 16 de febrero de 1936 hubo elecciones a Cortes y triunfó el Frente Popular (coalición de izquierdas). Sin embargo, las luchas internas han producido inestabilidad y, por tanto, el aumento de la radicalización y violencia callejera que ha acabado con el asesinato del Teniente Castillo y el líder de la oposición, Calvo Sotelo.

Ayer, 18 de Julio de 1936, la radio informó de un alzamiento militar comandado por el general Franco. Y hoy mismo he recibido un telegrama del Ministerio de Defensa. A partir de mañana tendré que luchar. Creo que comienza la Guerra Civil y como no sé que va a ser de mí, he escrito lo más objetivamente posible lo que he vivido hasta este momento. A mi regreso, si es que esto sucede, continuaré y ampliaré estos recuerdos con otras experiencias personales.






Imagen cccb.org - jacaenlamemoria.blogspot.com

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