El Imperio
francés, regido por Napoleón Bonaparte, en un intento de invadir Portugal,
entra en España, ya que este país se negó a aceptar el bloqueo continental a
Reino Unido; dentro del proyecto de Napoleón para configurar un nuevo mapa de
Europa, frente a las monarquías dominantes.
Con la
firma del tratado de Fontainebleau entre el Ministro Godoy y Napoleón, se
autoriza a las tropas francesas a la entrada en España para acometer contra
Portugal. Los franceses no estaban de paso, como hicieron creer, sino que
tenían un plan para poner en Madrid a un nuevo Monarca. Da así comienzo la
invasión francesa, resultado de una serie de hechos anteriores que estallan con
la Revolución
francesa y las relaciones entre España y Francia desde entonces. Esta situará
en el trono a su hermano José Bonaparte.
El 2 de
mayo de 1808, el pueblo madrileño, ve como los soldados del ejército francés
sacan del palacio a la reina de Etruria (Estado satélite que existió entre 1801
y 1807 bajo la imposición de Napoleón); pero dan comienzo a la revuelta cuando
intentan llevarse al Infante Francisco de Paula, hijo de Carlos IV, a la fuerza
hacia Bayona. Al grito de “¡qué nos lo llevan!".
Los
ciudadanos salen a la calle a luchar contra los franceses con armas de lo más rudimentario: palos,
cuchillos, tijeras, navajas... Las calles de Madrid fueron escenario de una
sangrienta batalla, de la
Plaza Mayor a la
Puerta de Toledo, Puerta del Sol y Malasaña. Viendo la
sublevación del pueblo llano, el Mariscal Murat ordena al ejército francés
represaliar a todos los que estén en su contra.
Frente a
esto, los militares españoles no llegaban a actuar. Sólo unos pocos
desobedecieron y se unen al pueblo, estos eran los capitanes de Artillería Luís
Daoíz y Torres, y Pedro Velarde Santillán, con algunos de sus hombres
encerrados en el Parque de Artillería de Monteleón luchan contra los franceses.
Desarman a la guardia francesa para dar armas al pueblo y así defenderse. Ambos
murieron. Junto con otros muertos heroicamente, fueron enterrados esa misma
noche, en la iglesia de San Martín.
Los hechos
de este día están plasmados en el libro "Un día de cólera" de Arturo
Pérez Reverte, que recoge en su texto lo más significativo de la pelea:
“El pueblo
humilde que sale a combatir, lo hizo por su cuenta y riesgo, ante el
desentendimiento de sus gobernantes. En aquella cuidad de 170 mil habitantes
solo tomaron las armas de verdad tres o cuatro mil hombres, mujeres y niños. La
lista de 413 muertos y 160 heridos prueba que la mayor parte de quienes
pelearon desempeñaban oficios humildes: panaderos, jornaleros, criados,
albañiles, bordadoras, pescaderas, etc.
El dos de
mayo apenas duro cinco horas, que hizo posible lo que vino después: una epopeya
nacional extraordinaria. A partir del tres de mayo, de modo espontáneo y
solidario, un nación entera se confirmó así misma sublevándose contra la
invasión extranjera."
La causa
del levantamiento de España contra el invasor, no está en el Dos de Mayo, sino
en la sanguinaria represión que le siguió.
Posteriormente,
en la Batalla
de Bailen, los franceses serán derrotados por las tropas del General Castaños.
Gran Bretaña ataca a las tropas de Francia desde Portugal. Así, ingleses y
españoles irán logrando la retirada de los franceses tras la línea del Ebro.
Napoleón
decide intervenir personalmente al frente de la Grand Armeè va
derrotando a todas las tropas españolas que encuentra en su camino. Tras
recuperar Madrid, Napoleón regresa a Francia. Se va apoderando del territorio
español, exceptuando Cádiz. Los españoles viendo esto se organizan en
guerrillas, un nuevo método de lucha. Los más famosos guerrilleros fueron:
Espoz y Mina, Martín Díaz “el Empecinado” y el cura Merino. Los franceses
responden con la represión de aquellos a los que captura o les apoyan.
La guerra
contra los franceses produjo en España una crisis general. Los problemas que
tenía desde finales del siglo XVIII salieron a la luz: la quiebra de la Hacienda Real por la
disminución de los ingresos del comercio y el incremento de los gastos
ocasionados por las diversas guerras
contra Francia (1793-95), Inglaterra (1796-1802 y 1804-1808) y Portugal
(1801-1802); las tensiones en el campo, sometido al dominio señorial, con malas
cosechas y abandonados por falta de hombres; las luchas entre las élites por
alcanzar el poder, quienes defendían los privilegios del Antiguo Régimen frente
a cuantos querían dar al país una Constitución que convirtiera a los españoles
en ciudadanos libres e iguales ante la Ley. A lo que hay que sumar las epidemias (1809,
1810, 1813), la miseria y el hambre (1811-1812).
En
diciembre de 1813 y principios del 1814 se inicia el fin de la Guerra de la Independencia con el
Tratado de Valencia. Los franceses conservaban un Ejército de 100.000 hombres.
Los españoles contaban con 130.000 más los 70.000 de los ejércitos
anglo-portugueses mandados por Wellington. En la primavera de 1813, José I fijó
la corte en Valladolid. Pronto tuvo que retirarse ante el Ejército aliado que
avanzaba por el valle del Duero. Los franceses fueron derrotados en Vitoria,
Pamplona, San Marcial y San Sebastián. Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España y de las
Indias. Las tropas aliadas anglo-españolas consiguieron penetrar en territorio
francés, replegando se hacia los Pirineos. La derrota es definitiva fue gracias a la sucesión de batallas
perdidas.
En el
congreso de Viena queda retratado como Francia vuelve sus fronteras antes de la
revolución.
España se
irá recomponiendo con el paso del tiempo. A pesar de todo, se consiguió la
unión de un pueblo.
Imagen fuenterebollo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber tu opinión. Se respetuoso y enriquece a la comunidad