Guillermo García, Álvaro Becerril, Enrique Corsini
¿Actor?, ¿Uruguayo?. No, músico y cantabro. Dice su
biografía que lo de nacer en Barcelona nunca ha pasado de la categoría de
anécdota accidental. Por que su cuna, las dos más bien, está en Santander. Las
dos porque seria ya crecido cuando Nacho nació a la música, entre los atriles
del conservatorio Jesús de Monasterio. Desde allí, el tiempo ha visto crecer a
un conquistador, a un aventurero. Y es que ese niño grande, de barba desaliñada
y ojos pícaros, prestos a comerse el mundo, entre una mueca de ingenuidad, ha
sido un adalid de las conquistas, de esos que más que luchar contracorriente,
les da por hacer de su capa un sayo, y bajo el pretexto de la libertad
personal, nos acunan el alma entre delicias. Menos mal que en Madrid aun hay
sentido común, Eso debió impulsar a Subterfuge Records ha echar un capote a uno
de los más geniales instrumentistas y compositores conocidos y a abrir una
carrera, que aunque etiquetada con las músicas de Jesús del Pozo, Wolkswagen o
Kas, ha tejido lo mejor, lo más sensual y lo más inteligente de Alaska, Julieta
Venegas, Rubi o Cristina Lliso, a la vez que han musicado historias de dolor y
delicia como “Asfalto” (Daniel Calparsoro), “Malas Compañías” (Antonio Henz) o
“El sueño del Caimán” (Beto Gómez). Así que hemos pensado, que un hombre que lo
mismo hila un desamor que desarregla a Star Wars (en su álbum Bascombe para el
Donosti 200), bien merece una entrevista, para que se explica, y nos cuente en
donde enraíza tanto genio, tanta creación y tanta sensibilidad. Así que el 26 de
noviembre hemos degustar una calida y generosa entrevista telefónica con quien
es, para nosotros, uno de los mejores músicos nacionales un compositor tocado
de las hadas. Con ustedes, Nacho Mastretta.