lunes, 22 de abril de 2013

Alejandro Gago, el poeta


Pablo Carrión, Borja García Moncó


Alejandro Gago, poeta calmado y sosegado cántabro, nacido en Santander, sus poemas son intensos, breves y bellos. Es uno de los poetas más representativos de nuestra tierra y muy conocido en el resto de España, amante de la naturaleza y un fuerte luchador contra la enfermedad del alzhéimer.
En sus 60 años de creación poética ha realizado obras muy importantes como “Por la misma senda” o “El Gato Verde” además de villancicos, postales y libros no poéticos



¿Dónde y cuándo naciste?

Nací en Santander en 1927, el cuatro de Abril.

¿Quién es Alejandro Gago?

Pues no lo se.......(se ríe cariñosamente), muchas veces dudo de quien sea yo, cuando tenia veinte años no era lo mismo que ahora. Era muy distinto. El espejo refleja una imagen que no reconoces muchas veces. Pero si es que preguntáis que hago, pues ha habido dos cosas en mi vida, la naturaleza, y la literatura, concretamente la poesía, aunque he hecho de todo, he publicado periódicos, he estado en la radio casi treinta años y esto es lo que soy. He publicado dieciséis libros y el último es una antología que ha hecho el Ayuntamiento de Santander en una especie de homenaje y se ha editado en Barcelona. Ese es Alejandro Gago, y dentro de poco, será unos pocos gusanos.

¿Cómo llegaste a aficionarte a la poesía y la naturaleza?

En la época de la guerra, en Santander no había clases, te llevaban a dar un paseo, entre ellos el profesor que teníamos nosotros. Íbamos por la parte a General Dávila, donde entonces había muchos árboles, y bancos, no es como ahora que es totalmente distinto. Mi profesor era aficionado a la botánica, y nos empezó a enseñar, pues esta planta se llama esto, y aquella vive así …. Y ahí empezó. Y en cuanto a la poesía pues en la misma época participe en u concurso de literatura, junto a otros compañeros, e hice una composición sobre los reyes magos y la magia fue desde entonces.

¿Dónde y cuándo estudiaste?

Pues he estudiado en una escuela que se llama Numancia, y en Los Salesianos.

¿Qué sientes al escribir? ¿Y para quién siente Gago lo que escribe?

Pues escribo para mi, para que voy a andar con tonterías, y si les gusta a los demás, pues mejor, pero principalmente escribo sobre cosas que me gustan a mí, o sea que en realidad escribo para mí.

¿Qué significa en su vida “El Gato Verde”?

Es una revista de literatura, y lo era en una época en la que se empezaba a poder publicar cosas en revistas, como le paso por ejemplo a La Isla de los Ratones que la censura no permitía, se hicieron muchas, y a mi no me pusieron ningún obstáculo. Era una cosa de jóvenes. Yo tenía diecinueve años, y a esa edad quieres hacer algo nuevo, seleccionar a mucha gente, distinta a mí.

¿Qué hay tras Gago en la poesía española?

No se si habrá algo.

¿Cuáles crees que son las ventajas e inconvenientes de tu trabajo?

Nada a parte del disfrute que puedes tener al hacer o crear un poema, del que además nunca estas contento, porque siempre parece que dudas, tienes que volver a leerlo otra vez cuando pasen unos días, y además no significa nada que te guste a ti y no le guste a los demás o viceversa que les gusta a los demás y no te gusta a ti.

¿Por qué la poesía es un arte prohibido para los jóvenes?

No es prohibido para los jóvenes, lo que pasa es que a los jóvenes les gusta más dar patadas a un balón, lo cual me parece estupendo, pero prohibido para los jóvenes no, ni además tampoco se enseña a los jóvenes en el colegio lo que es la poesía, porque la gente habla por ejemplo de Campoamor y Campoamor no era un poeta en realidad, era un versificador bueno y hacía cuentos en verso como El Tren Expreso por ejemplo, pero hacía los versos muy bien. Hoy hay una tendencia de los jóvenes a hacer los poemas sin música, y sin metro y sin nada, por no trabajar, por no aprender. Además hay muchas cosas que se exigen ahora a los jóvenes a parte de hacer un poema, o hacer un poema a la novia, que quien no lo ha hecho, pero al final de eso siempre es una cosa ridícula y si se lee unos años después, si se conserva, pues uno se da cuenta que ha hecho el primo.

¿Qué opinas de la naturaleza cántabra y los problemas medioambientales que cada vez se notan más?

Yo he sido director de AENA Cantabria en una época en que yo tenía reciente a mis hijos, hace ahora veinticinco años aproximadamente. Los problemas eran entonces igual que ahora, pero ahora se saca todo de contexto, se habla mucho de la naturaleza, pues es como la gente que dice, pobres animales no hay que matarlos y después se ponen negros ante una chuleta de novilla. Que las cosas son muy distintas a como las decimos, son muy distintas a como las pensamos, que no es que no haya problemas, que si, pero que los ha habido siempre, lo mismo que ahora se habla tanto de la subida de temperaturas, los deshielos y todo eso , pues ha pasado siempre y en los miles de años o millones de años en que existe la tierra, pues ha habido cantidad de veces que ha habido un deshielo, y vuelve a dar otra vez vuelta, incluso se habla de la lluvia en la Biblia como un castigo de Dios, un Dios que es infinitamente bueno. Hay futbolistas que vemos continuamente que salen a jugar y se persignan y al salir hacen la señal de la cruz, y que es que Dios va a ser del Barcelona o va a ser del Madrid, pues solo le faltaba eso.

¿Qué dirías a las familias que tienen que luchar contra el alzhéimer?

Yo tengo a mi mujer con alzheimer hace diez años y hace seis que no nos conoce. Les diría que deben tener resignación, no se puede hacer otra cosa. Hoy no se cura aunque te recetan algunas pastillas. Que son solo el resultado de la avaricia de gente que, como siempre, se quiere uncir al carro que da el dinero. Son tratamientos carísimos y que no sirven para nada. Todavía no conozco a nadie con alzheimer que se haya podido curar. Soy uno de los directivos de la asociación de familiares de enfermos de alzheimer y conozco a muchísima gente, incluso me he encontrado con amigos. Cuando yo empecé a tener contacto con la enfermedad, por padecerla mi mujer, fui comprendí la gravedad por un amigo, con el que siempre me encontraba en la calle, y hablábamos, y me daba un afectuoso saludo. El también padece la enfermedad, y un día, nos encontramos en la calle, y no me conoció. Se me cayó el lama a los pies, como se dice vulgarmente. Tiempo después no volvimos a encontrar en la asociación con su hermano. Los dos padecían la enfermedad, algo que es muy raro, el que en una misma familia se den dos casos de alzheimer. Familiares directos, me refiero, porque indirectos a veces hemos encontrado familias, en las que padecen la enfermedad la mujer y el marido también, pero es un caso muy raro. Mucho me descorazona el mercadeo que se crea en torno a estas dolencias. Ha habido médicos, concretamente en Barcelona, que “decían pasen ustedes por la consulta” e hicieron publicidad en revistas “y les podemos decir si van ustedes a tener alzheimer dentro de veinte años o no lo va a tener”. Era una manera de cobrar, porque eso no lo puede saber nadie. Solo se puede saber de una manera, porque incluso los médicos, los especialistas te dicen, posiblemente alzheimer, no te dicen alzheimer concretamente, y solo se puede saber haciendo la autopsia, pero claro ya. Eso me recuerda un chiste de un señor que le han ingresado por la mañana, y viene a saber que tal esta y dice el otro, pero ¿no era para hacerle la autopsia? Imaginaros

¿Qué opinas sobre los nuevos avances sobre las curas que van apareciendo?

Si efectivamente, todo es una manera de conseguir dinero, los laboratorios no están nada más que para conseguir dinero, una medicación se tarda mucho en perfilar. Los laboratorios se gastan muchos millones y luego tienen que recuperarlos. Es en torno al dinero, como decía Quevedo si lo habéis leído un poema famoso de el <<poderoso caballero es don dinero>> un romance.
Hay que pensar también lo siguiente. Está muy relacionada la alimentación. Hace caso 20 años los médicos pusieron de moda criticar el uso del aceite de oliva, recomendando por contra el de girasol. Yo pienso que como empezaba a plantarse en España, había mucho girasol. Yo tengo alguna fotografía de campos llenos enteros, preciosos pues que de alguna manera estaban pagándolo, lo mismo que por ejemplo la sacarina que tiene un poder endulzante dos mil veces más que el azúcar y en España se corrió la voz de que producía cáncer la sacarina, tampoco ha habido nadie que haya tenido cáncer por la sacarina pero las azucareras dijeron esto para poder vender más azúcar pues se quejaban que vendían mucho menos que antes de la sacarina, incluso hay gente que todavía sigue usando sacarina pero lo usan para no engordar no lo usan para endulzar, lo usan como dulce pero para no coger peso.

¿Qué parte de culpa ha tenido Gago en tener dos hijos dedicados a la canción?

¿Qué parte de culpa he tenido yo? Pues toda, porque si no los hubiera traído a este mundo pues no habría nada que hacer, pero culpa entre comillas claro. Entre Comillas y Santillana.
¿También sabemos que le gusta la música?
Si, yo he cantado mucho en mi vida. Hace muchos años, en teatros, pero no seguí porque entonces no era lo mismo que es hoy en día, era muy difícil y te pagaban muy poco, a mi me han pagado por un concierto ciento cincuenta pesetas, que entonces eran pesetas distintas , quiero decir que el poder adquisitivo del dinero no era igual que ahora, entonces te podías comprar un piso por ochenta mil pesetas, haber dónde le encuentras ahora por ochenta mil pesetas por pequeño que sea no. Quiero decir que podrían ser cinco mil pesetas de ahora pero eso seguía siendo nada y hoy sin embargo se pagan miles de pesetas por los conciertos y si se tiene éxito incluso se puede llegar a vivir de ello o a hacerte rico, entonces nada y además la gente te miraba por encima del hombro este es un cantante de tal, pues nada. Pero bueno como eras joven y te gustaba cantabas. Mi mujer era una gran soprano, hemos cantado juntos e incluso arreglábamos las canciones, porque algunas canciones muy bonitas de zarzuela que eran para un tenor y las dividía y las arreglaba para que fueran para un dúo para poder cantar mi mujer al mismo tiempo que yo, para ganar otras ciento cincuenta pesetas, (se ríe cariñosamente)

¿Qué le gustaría que leyeran en sus obras los jóvenes que se acerquen a ellas?

Que leyeran. Porque gustarles es algo muy subjetivo. Lo que le llegue a cada uno es distinto y difícil de determinar. A veces un poema puede tener para el que lo escribe un significado que casi siempre es oculto, y el joven no percibe nada, pero si rima al mismo tiempo que el autor es como si lo hubiera escrito el. Me gustaría que cogieran lo que les gustara. Antes leía asombrado una revista americana que dice que en Estados Unidos 125 millones de personas creen que el mundo empezó hace 6000 años, según la Biblia 6010 exactamente. Y creen eso y luego bueno pues los leones comían hierba cuando les metió en el arca Noé, a parte de que la Biblia da las medidas del arca y hoy sería poco más que un bote o sea que ibas a meter ahí durante unos días una serie de animales, entre ellos hasta los dinosaurios, que para que querían esos dientes, y si solo fuera verdad que comían hierba, pues necesitarían tanta hierba que no cabria en el arca, o sea que muchas veces todo es exagerado e interpretable  Yo lo por lo menos así. A lo mejor estoy equivocado. El hombre se destaca de los demás animales por la razón, pensamos y no razonamos muchas veces porque alguien que se cree que se aparece la virgen en una escayola y que llora sangre pues eso me parece un cachondeo.

¿Qué otras aficiones tienes?

Pues no lo se. Antes las tenía, pero cada vez voy teniendo menos ahora lo que me gustaría tener es una pala para hacer un agujero para que metieran la caja. Me gustaba nadar y correr yo corría mucho, pero claro como aficionado, y corría muchísimo.
¿Está usted desanimado?
No es que este desanimado, yo siempre he sido así. Tengo fama de alegre y sarcástico. Cada año, en la cena literaria el día de la poesía la gente me piden que cuente un chiste, pues yo convierto todas las cosas en chistes. Así que no os fiéis de las apariencias

¿Te hubiese gustado dedicarte a alguna de tus aficiones?

Me he dedicado en realidad de una manera total porque en realidad, aunque la naturaleza ha sido parte de mi vida, la poesía es lo más me ha llenado. Si en mi vida he de considerarme algo, peor o mejor, he sido si poeta. Si me dicen y ¿usted que es?, pues... poeta, y de hecho en muchas publicaciones lo pone Alejandro Gago, poeta. Antes yo me acuerdo cuando vivía en General Dávila en el piso de al lado había un chaval que no era muy listo, más bien tonto por como trataba a la gente. Me insultaba, salía por la escalera y me llamaba poeta y echaba a correr haber si le perseguía, y muchas veces la gente considera que a alguien que le llamen poeta que es algo baladí. La verdad es que en realidad digamos que el arte solo sirve para hacerte mejor, por eso es imprescindible y en ese caso hablo también de la pintura, pero es imprescindible. Lo que el hombre necesita sobre todo, es tener cubiertas sus necesidades, no hacerse millonario, tener cubiertas sus necesidades, porque hay mucha gente que no llega , lo que se habla a fin de mes, pues la gente a los veinte días ya no tiene dinero, y a muchos no les importa, gastan y que lo pague quien sea, les da igual. Pero el que es responsable, por que lo es o piensa en su familia, en sus hijos, guarda, se priva y mira por sus bienes y las necesidades de los suyos. Eso es responsabilidad, eso es un valor, eso es parte de lo que el arte transmite, un valor, un sentimiento.

¿Cuáles son las obras que más te han llenado?

Hay que pensar que ya tengo muchos años, y he leído muchas obras incluso, he representado, yo tengo una obra de teatro que se llama “Los Molinos de Dios”la estreno el cuadro universitario precisamente, y a parte de las de teatro, he leído muchas, he leído infinitamente, siete años he sido encargado de una biblioteca en Santander, una biblioteca pública, pues fíjate, lo que hacía era leer. Poca gente iba a la biblioteca a leer y había una sección infantil, y los chavales venían y terminabas echándolos, pues lo que hacían era un poco el gamberro, se cansaban, iban allí por no ir a otro sitio. Me he leído con pena toda la biblioteca, con pena de ser de los pocos que lo hacían. Aquí en este piso, pues tengo alrededor de cuatro mil o cinco mil libros, hay libros por todos los sitios en esta casa, menos mal que a mi mujer no la importaba, aunque no era lectora, no la gustaba leer, y a mis hijos sin embargo si les gusta. Yo prefiero la lectura a la televisión, porque el escenario en la televisión ya te le dan echo, y de la otra manera tienes que pensar. Me gustan las novelas policíacas también y tengo muchas, y no solamente Sherlock Holmes y Agatha Christie, sino otros autores menos conocidos, me gustaba mucho Simenon, que tengo prácticamente todas sus obras, aunque Simenon hizo también obras que no tienen nada que ver con, la digamos la policía, o con las novelas policíacas, son otro tipo de obras menos populares.

Sencillo en las palabras y radical en su exploración de la muerte. ¿Es Gago contradictorio?

No. Hay que tener presente que en el momento que naces ya estas en la muerte, estas en el camino de la muerte, algunos nacen incluso muertos. La muerte te acompaña en la vida, que al final solo es transito. Hay un verso de Quevedo, “no nace mi pensamiento en mi que no tenga la idea de la muerte”, prácticamente podrías decir eso, pero fíjate, fijaros hay un poema de Lord Byron que dice “el polvo que tu ahora pisas antes tuvo vida”.

Una anécdota de tu vida.

No se que anécdota sería, buscarlas, muy difícil pero podría contar mi vida claro cantidad de veces siempre te has encontrado inmerso de un anecdotario que te haya pasado, pero no lo se, ha habido muchas. Fijaros, poeta, bibliotecario, periodista en radio y en la televisión, son muchos lugares y muchas personas para no tener guardadas muchas curiosidades. Quizá una de más extrañas me ocurrió en la televisión. Yo tenía entonces un herbolario, y realizaba un programa sobre plantas en una radio local, y en la televisión que tenia sus estudios en la calle Vargas de Santander. Un buen día, cargado con mi planta, me presente en los estudios, era lunes, y me encontré con la puerta abierta. Dentro aparece un señor me para, y me dice que a donde voy, que la televisión ya no existe, los dueños se habían largado para no pagar deudas. Imaginaros que vais al colegio y os dicen que allí no hay ningún colegio, que se han marchado todos los profesores.
Es gracioso. Otras cosas no lo son tanto. La vida a veces te sorprende con dolor, como cuando murió mi hijo. Estudiaba topografía, una mañana iba de prácticas, con su profesor, a medir unas fincas en Viveda. El no conducía, pero un hombre bebido si, en el coche que se estrello contra ellos y le mato. Entendemos la anécdota como una inesperada gracia que nos hace reír, pero la sorpresa, muchas veces es en la vida dolorosa




Alejandro Gago (Santander, 1927), poeta casi secreto y periférico lleva sesenta años de creación poética al margen de modas, corrientes y luces mediáticas. Se inició en la poesía tras la generación proelista de los José Hierro, José Luis Hidalgo, Julio Maruri, Ricardo Gullón..., y ahí sigue, cultivando la palabra, envejeciendo y procurando entender la vida desde un pequeño rincón de este enorme escenario que es el mundo.
Escribio el poeta cántabro Gerardo Diego del tambien poeta Alejandro Gago los siguientes versos: “Alejandro, yo querría/ ser de veras pintor/ para pintarte, tenor/ en una carpintería./ De las virutas saldría/ suave resplandor sereno”. Gerardo, crítico muy atinado casi siempre a la hora de emitir juicios poéticos sobre otros colegas, acierta con precisión asombrosa a describir y sentenciar la poesía de su paisano Gago. Gerardo ve a Gago, mediante el uso de un condicional que brota directamente de la pura imaginación, como un tenor en una carpintería trabajando virutas de las que sale un resplandor suave y sereno.
Lírico, artesanal, suave y sereno resplandor. ¿Cabe mejor definición de lo que es y ha sido la poesía de Alejandro Gago a lo largo del tiempo, a lo largo de casi seis décadas de cantar y cantar en el interior de un sencillo taller de carpintería, de hacer brotar la poesía del mismísimo interior de las virutas?
Gago es un poeta en voz baja, sosegado, calmoso, de eso en mi opinión tampoco cabe la menor duda. Y así lo ratifican algunas cualificadas lecturas, como la de Vicente Aleixandre, quien en carta del 20 de agosto de 1960 juzga los poemas de nuestro autor como bellos, breves e intensos; o como la de Rafael Morales, que en carta del 19 de diciembre de dos años más tarde, insiste a su vez en subrayar lo diáfano de las palabras de nuestro poeta, su honda sencillez. Gago es un cantor de palabras sencillas, en apariencia casi rudimentarias, con las que sin fatalismos gratuitos ni elevados al cuadrado, está empeñado desde sus mismos comienzos en la artesanal tarea de captar, mediante imágenes cinceladas por él a golpe de ritmo, la rosa, sólo la rosa a la que se refiere –quizá trillada pero eficaz metáfora- Andrés Ibáñez.
En la poesía de Alejandro Gago se trasluce desde sus orígenes un impulso radical, aunque sereno, de explorar la muerte, de entrar en contacto de algún modo con ella para entablar un diálogo en busca de su más íntimo sentido, de su conocimiento y aprehensión intuitiva.
La trama discursiva construida por el poeta a lo largo de su obra fluye a través de cinco grandes pilares de orden reflexivo/intuitivo que ayudan, tejidos permanentemente entre sí, a articular el trazo poético de Gago, su personal línea de canto. Estos pilares son los conceptos Vida, Esperanza, Amor, Naturaleza y Dios, entendiendo estos y aceptándolos no con un significado específico, cerrado y concreto, sino con uno o con diversos significados de carácter abarcador, cósmico, abierto, polisémico.
Tres acontecimientos esencialmente trágicos han jalonado las distintas fases de la vida del poeta. Tres sucesos que han ayudado a perfilar el sentido desnudo de su poesía, que la han encaminado en la dirección de explorar, en la medida de sus posibilidades, los caminos aproximativos del entendimiento de la muerte y del tiempo finito, marchitable y medible al que esta da valor, al que otorga su radical, su coherente dimensión sagrada y humana.
Dichos sucesos son, en la niñez, el fusilamiento de su padre, militar al servicio de la II República española; en la madurez la pérdida de un hijo en accidente de tráfico; y en la vejez la privación de su mujer, hoy extraviada en las sinuosas sendas del deterioro físico y el Alzheimer. La muerte es por tanto vieja conocida del poeta, le ha visitado desde la infancia y no lo ha dejado de mantener a cubierto con su directa y apesadumbrada sombra. Muy consciente de dicha presencia, sin duda marcado a fuego por ella, Gago se ha servido de la poesía para conocerla y sobrellevarla con la mayor dosis de lucidez posible. Y lo ha hecho además no renunciando ni mucho menos a la Vida, sino muy por el contrario afirmándola desde la Esperanza primero en el Amor, luego en un Dios genérico y aconfesional, y finalmente en el mar, el río, el viento, la flor, el pájaro, el árbol..., en definitiva, en todo lo que conforma una Naturaleza irreducible, vital, engendradora e infinita.
Alejandro Gago, poeta y tenor, tenor y poeta gerardianamente hablando, que desde el mismo interior de las virutas que se le caen al tiempo de la vida en su imparable ir hacia la muerte, ha querido cantarle siempre, suave resplandor sereno, a cada rosa del camino y a todas, a todas sus espinas.
Juan Antonio Gonzalez Fuentes, prologo a la antología poética de Gago publicada por Icaria


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