Leyre García
La
catalepsia es una enfermedad biológica en la que el que la sufre se queda
inmóvil durante un tiempo, sin signos vitales y pareciendo que no tiene vida.
En la realidad solo está inconsciente, y esto puede variar de intensidad.
Algunas veces, la persona que lo sufre, tiene poca consciencia, pero en otros
casos, pueden escuchar y ver todo lo que ocurre.
Esta
enfermedad puede ser causada por algunas enfermedades como la epilepsia, el
parkinson, la esquizofrenia o por la cocaína. El afectado puede tener signos de
vida, aunque se encuentra en un estado incapaz de controlar sus piernas o sus
brazos.
El enfermo
puede presentar varios síntomas, como por ejemplo, que el pulso y la respiración
vayan lentamente, que el cuerpo esté rígido, o que no responda a estímulos.
Antiguamente, algunas veces se creían que el enfermo estaba ya muerto, y
procedían a enterrarle sin saber que seguía vivo. Debido a esta enfermedad se
han enterrado a muchas personas vivas. Otras personas, han tenido más suerte y
han vuelto a la vida en algunas salas de velatorios, en medio de una ceremonia
fúnebre, o simplemente, han sido salvados por amigos o familiares que
sospechaban que todavía no había muerto.
Hoy en día
es muy difícil que esta enfermedad se produzca ya que se utiliza, como el
modelo de comportamiento que ha de predominar para el diagnóstico de la
esquizofrenia catatónica, según la Organización Mundial
de la Salud
(OMS). Además de darse en este tipo de esquizofrenia también puede ser inducida
por el estrés o por medicamentos tales como el “Haloperidol”.
Gracias a
Internet esta enfermedad es cada vez más conocida, debido a los casos de esta
que se cuentan por páginas webs. Existe un caso que es muy conocido, y trata
sobre algunos soldados que habían muerto en la guerra de Vietnam y que
regresaban para ser enterrados con muestras de haber vuelto a la vida en el
camino.
Otro caso
muy interesante es el de un joven militar de tan sólo veintidós años estuvo en
estado cataléptico durante catorce meses. A lo largo de ese tiempo, los médicos
anotaban en su ficha médica que podía murmurar, estornudar y toser. Poco antes
de que sufriera esto, fue herido y entró en una gran depresión. Tuvo ataques
catalépticos y todo esto se terminó después de estar esos meses inmóvil.
También otro caso que cabe destacar es en el que un señor, que sufría de
catalepsia, se encontraba en su velatorio, escuchando como todos sus familiares
y amigos lloraban desconsoladamente por su muerte. Poco después, este se
levantó, y todos huyeron de aquel lugar corriendo por el susto que les dio ver
a un supuesto difunto levantarse. Después de unos años, este señor
desgraciadamente murió, pero nadie fue a verle a su velatorio.
En
conclusión, y para que este tema tenga un punto de humor, una buena idea es
llevar encima un “Notebook” o un teléfono móvil que tenga la batería bien
cargada, y avisar rápidamente a quien puedas para salir de ese infierno, y
aunque sea difícil de creer, en Santiago de Chile han inventado unos ataúdes
con un sensor que capta si hay algún movimiento dentro de él, por si se da el
caso en el que hayan podido enterrar a una persona con catalepsia, para poder
socorrerla.
Se ha
empezado a realizar esto en el cementerio llamado “Camino de Cannan”. Los
dueños de este camposanto quieren ser los primeros en poder evitar más muertes
a causa de esta enfermedad. Aunque en las páginas webs cuenten muchos casos de
catalepsia, es muy difícil leer o ver uno que haya sido contado por el que ha
podido vivir esta enfermedad. Hoy en día con los avances médicos, ya no pasan
casos de catalepsia. Antes era más común porque no había médicos especializados
en este tipo de enfermedades tan extrañas, ni máquinas que pudieran ayudar a
averiguar el diagnóstico de los pacientes.
Imagen s1ngular.com
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