De la bolera a la pantalla

Dos diseñadores cántabros lanzan al mercado una aplicación que acerca uno de los deportes más tradicionales de la región a los jóvenes

¿Es posible trasladar la emoción de un deporte a una pequeña pantalla? Hasta ahora hemos visto aplicaciones que recrean un partido de fútbol, de tenis o incluso de una intensa partida de billar. Pero esta es la primera vez que un pequeño programa aúna esta pasión, que comparten millones de personas, con la cultura de nuestra región. Y es que ¿hay algún deporte más autóctono que el bolo palma?

Con esa idea en mente, el estudio de desarrollo PindioGames (con un nombre más que apropiado) puso en marcha su primer proyecto: la app BoloPalma. “Pensamos que este juego podría ser una buena plataforma para darnos a conocer, sobre todo porque en Cantabria los bolos son una actividad muy conocida”, nos cuenta Chema González, uno de los miembros del equipo. “Además de no haber otro juego igual, su parte de originalidad también es muy importante”

Aparte de tratarse de un negocio, los desarrolladores tiene muy claro que otro de los objetivos de la aplicación es fomentar la cultura cántabra. Lo ven como una forma de acercar este deporte a los jóvenes, a quienes probablemente ni siquiera se les pasaría por la cabeza pasarse por una bolera. “Y una vez que lo conozcan en las tabletas, quizás vayan a las boleras de verdad”, argumenta González.

 

Los diseñadores de la aplicación junto a la entrada de la Peña Bolística de Torrelavega. / DAVID IGLESIAS (ENREDADOS)

Eso sí, no todo es un camino de rosas para un estudio recién nacido en una región pequeña como la nuestra. El equipo está compuesto únicamente por tres profesionales (González, el modelador 3D; y dos programadores) que tienen que afrontar todo el trabajo que supone la creación de un producto como este: el diseño de los entornos, los personajes, la animación, así como su posterior ajuste a las leyes físicas. Otro problema con el que se han encontrado ha sido la financiación de su proyecto, que han intentado solventar a través de acuerdos con las empresas que publicitan a los equipos de bolos. De ello dependen también sus perspectivas de descarga, puesto que si no consiguen ingresos mediante el método de publicidad interna, se verán obligados a lanzar el juego a un módico precio, que siempre produce una caída drástica en las descargas.

A pesar de todo ello, González dice hablar en nombre de los tres cuando reafirma que se puede vivir del desarrollo de videojuegos. “Nosotros estamos convencidos de que sí, aunque todavía no”, dice. Su visión optimista se refleja no sólo en su perspectiva de futuro propia, sino la del sector a nivel nacional: “Si este proyecto va bien, la idea es establecernos como empresa y empezar a hacer otro tipo de juegos”, declara el creativo. “Aunque todavía nos falte una telaraña de ayudas suficiente, en este país hay gente muy buena y van a salir empresas potentes, estoy seguro”.

Ahora ya conocemos el resultado, ya que la App ha sido lanzada recientemente.

Candela Marcos, Rubén Ceballos, Gabriela Abascal, David Iglesias (imagen)

Estudiantes del Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)