Para introducir este tema, me veo en la obligación de retroceder unos años, concretamente 13, para poder situar este hecho y entenderlo a la perfección. En 1700, Carlos II, que era el actual rey de España, murió sin descendencia, lo que desencadenó la Guerra de Sucesión entre dos candidatos: el francés Felipe de Anjou y el alemán Carlos de Habsburgo. Y como en todos los territorios, Cataluña se posicionó a favor de uno de los candidatos, y en este caso, como toda la Corona de Aragón, fue en apoyo al Archiduque Carlos.
En su testamento, Carlos II nombró como su sucesor a Felipe de Borbón, nieto de Luis XIV. Al llegar a Barcelona inauguró unas sesiones en las Cortes catalanas, durante las cuales comenzaría la Guerra de Sucesión.
Tras la rendición de Barcelona, después del asedio de las tropas de Felipe V, el hasta entonces rey quiso recuperar la capital catalana, pero una flota angloholandesa (ambos aliados del archiduque Carlos) obligó a retirarse a los borbónicos. Fue entonces, el 2 de Julio de 1706, cuando Carlos III aprovechó para hacer su primera entrada en Madrid, en la cual sería proclamado rey de España. Aunque este hecho duró poco, pues en menos de un mes abandonó la ciudad con destino Valencia debido a la falta de apoyos, y Felipe V recuperó el trono gracias a las peticiones de las masas. Después, en 1710 ocurrieron una serie de sucesos parecidos, en las que el Archiduque Carlos, tras varias batallas recuperó el trono, que se le fue arrebatado un mes después.
Finalmente, entre el 11 de Abril de 1713 y el 6 de Mayo de 1714 se redactarían una serie de tratados, que conformarían el Tratado de Utrecht-Rastatt, por el cual se pretendía poner fin a las hostilidades y que reconocía a Felipe V como rey de España.
Sin embargo (y ya llegamos al tema que nos incumbe), tras la firma de estos tratados, el Principado de Cataluña siguió resistiendo y se negó a aceptar a Felipe como rey. Esto sucedió porque en las negociaciones para la paz, el rey borbón se negó a mantener los fueros e instituciones propias de Cataluña, lo cual estaba firmado en el Pacto de Génova por la reina Ana de Inglaterra. Además, el Tratado de Utrecht solo había incluido una clausula en la que los catalanes gozarían de una amnistía general (es decir se liberarían a los presos políticos sin ningún tipo de cargo), y de los mismos privilegios y derechos que los demás españoles, pero nunca los suyos propios.
Pues bien, ante la resistencia e impasividad del pueblo catalán, era de esperar que tarde o temprano las tropas de Felipe se dispusiesen a entrar en un continuo acoso a Cataluña, hecho que sucedió en marzo de 1713. Para decidir si aceptaban al rey Borbón o intentaban resistir a él se convocaron las Cortes, y pese a la clara inferioridad militar, se decidió seguir resistiendo.
El asedio fue iniciado por el duque de Berwick, general de Francia aliado de Felipe, y al mando de los catalanes estaba el general Antoni de Villarroel. Al principio, el duque de Popoli llevó a cabo el bloqueo marítimo de Barcelona, aunque Mallorca, Cerdeña e Italia lo quebrantaban. El plan del duque de Popoli era, a largo plazo, tomar la fortaleza de Montjuic, sitio estratégico en la ciudad, que significaría el fin de los catalanes. Además, dentro de Barcelona, las tensiones fueron creciendo, y el 30 de Noviembre se realizó la elección de los nuevos seis magistrados, siendo Rafael Casanova nombrado Conseller en Cap, es decir, el máximo líder de Barcelona. Esto supuso un cambio revolucionario, pues este ordenó al general Villarroel que se dejase de defender y empezase a atacar, con el fin de desgastar a las tropas borbónicas.
Un total de entre 14 y 18 meses (no se sabe con exactitud) consiguió el pueblo catalán defenderse de las continuas guerras, el bloqueo tanto de armas como de alimentos y las tensiones dentro de la propia ciudad, algo que ha pasado a la historia como un hecho heroico. Tras este asedio, llegamos al 11 de Septiembre de 1714, fecha más destacada en la guerra de los catalanes, en la que los defensores más prestigiosos de Barcelona intentaron detener la aniquilación por completo de la ciudad.
Entre el 12 y el 13 de agosto, la artillería de Berwick comenzó a bombardear intenasamente la muralla norte entre los baluartes de Portal Nou y de Santa Clara. Tras provocar dos agujeros en esta muralla, las tropas borbónicas asaltaron ambas posiciones, aunque los catalanes consiguieron retenerles. En este ataque murieron 196 catalanes y 900 atacantes. Los catalanes se negaron a una propuesta de paz del duque de Berwick el 4 de Septiembre, ya que solo se rendirían si conservaban sus instituciones propias. Tras la negativa de los catalanes ante este intento de paz, el duque intensificó los ataques el día 10 de Septiembre. Los ataques continuaron hasta que, en la madrugada del 11 de septiembre, el fuego de la artillería abrió siete grandes brechas por las que entraron las tropas borbónicas. Tras la toma casi definitiva de la ciudad, el duque de Berwick anunció las represalias que tomaría en contra de aquellos que no se rindiesen. Horas más tarde, cuando la ciudad todavía no había sido ocupada completamente (pero era cuestión de tiempo), el general Villarroel comenzó las negociaciones para la paz. Finalmente los Tres Comunes, que eran el conjunto de las tres grandes instituciones de Cataluña pactaron la capitulación de la ciudad el 12 de septiembre, que fue ocupada el 13 de septiembre de 1714.
Jesús Crespo
Estudiante de bachillerato
Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Colegio La Paz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen Rafael del Moral Wordpress
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