La agricultura ecológica o biológica es un sistema mediante la cual se obtienen productos de explotación agrícola. Esta, se basa en la utilización óptima de los recursos naturales, sin el uso de productos químicos de síntesis ni organismos modificados genéticamente. Con esto se consiguen alimentos orgánicos al mismo tiempo que se conserva el medio ambiente.
La
agricultura ecológica se marca como objetivo la obtención de productos
saludables, con mayor calidad nutritiva sin la utilización de productos
perjudiciales a la salud del consumidor ni para la salud del medio ambiente.
En
cualquier lugar podemos encontrar productos ecológicos, pero solo podremos
saber que son certificados si tienen el sello identificador de que son
productos de origen ecológico, hay sellos generales, como por ejemplo el sello
del aval europeo, que identifica a todos los productos ecológicos de Europa.
Este sello nunca se encuentra solo, sino que junto a él se encuentra otro sello
del certificado de su país de origen.
La
agricultura ecológica tiene muchas ventajas aunque también tiene algún que otro
inconveniente.
Las
ventajas de la agricultura ecológica se dividen en dos sectores, las ventajas
para el consumidor y las ventajas para el medio ambiente.
Para las
personas las ventajas son: Conseguimos alimentos naturales y con todas sus
propiedades nutritivas, que su calidad y sabor son mejores, que son de calidad
certificada, y que no hay ningún tipo de pesticida artificial que sea
perjudicial.
Para el
medio ambiente las ventajas son: Su producción es sostenible, se evita la
contaminación y se favorece la biodiversidad y que contribuyen al desarrollo de
las zonas rurales.
Las
desventajas de la agricultura ecológicas en general son las siguientes:
Tienen un
alto grado de infección en los cultivos, se pueden llegar a aglomerar plagas,
el uso de abono de origen animal que desprende un alto contenido de dióxido de
carbono y metano directamente sobre la atmósfera y el precio es más caro que
otros productos.
En este
tipo de explotaciones se emplea estiércol de origen animal: este es un abono
orgánico de origen animal, se obtiene de la descomposición de los excrementos
animales. Es un abono muy rico en nitrógeno y su liberación es lenta, hay
distintos tipos, según los animales de
los que se extraiga (oveja, cabra, gallinácea o conejo, por ejemplo).
También se
usa el humus de lombriz ecológico. Este abono orgánico se obtiene de los
excrementos de las lombrices. Éstas pueden comer diferentes restos vegetales y
orgánicos.
Otro
material orgánico empleado es el “guano”, abono que procede principalmente de
los excrementos de las aves marinas, los
más conocidos son el guano de murciélago y el guano de pingüino.
Otra opción
son los fertilizantes orgánicos a base de cenizas, muy sencillo de obtener y
económico, es un modo de no desperdiciar los restos de hogueras hechas con
materias orgánicas en los campos o huertos.
Simplemente
espolvorear las cenizas sobre la tierra. Es un abono rico en calcio, potasio y
magnesio. Ideal para mejorar los suelos
ácidos. Muy bajo contenido en nitrógeno.
Raul Ruiz
Estudiante de
secundaria, Colegio LaPaz, Torrelavega (Cantabria)
Imagen Denia.com
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