Desde el año 2006, España cuenta con una unidad que vela por el bienestar del país, por sus ciudadanos y por su medio natural. Los miembros de esta unidad se enfrentan, siempre que su ayuda es solicitada, a todo tipo de desastres, ya sean naturales, biológicos, químicos o radiológicos, cuyo riesgo ha aumentado notablemente durante los últimos años. Hablamos de la UME (Unidad Militar de Emergencias) que se abre paso como una de las infraestructuras más valoradas por parte de la sociedad española.
Aunque la magnitud de los desastres que ocurren en España no es comparable, ni de lejos, con la de otras regiones del mundo en las que la UME también presta su ayuda, debido a su proyección internacional, como en Haití, Ecuador o Nepal, cuyos habitantes están realmente agradecidos a los soldados por la ayuda recibida como muestra su despedida en el aeropuerto, cuya grabación en vídeo se hizo viral.
Año tras año, aumentan el número de desastres y, también, el de personas afectadas. Por este motivo, hay diferentes niveles de alerta según la gravedad de la catástrofe. Cuando el Ministerio de Defensa decreta el nivel 3 significa que es una emergencia de carácter nacional, y ahí entra en juego la UME. Aún así, este nivel nunca se ha dado en España, pero esta Unidad interviene, cuando así es requerido, en desastres de nivel 2, en los que prestan apoyos a los medios autonómicos y locales que, en ocasiones, se ven desbordados.
Una vez que la emergencia es de nivel 3 (nacional), la UME pasa a estar al cargo de la organización. Se colabora con la Cruz Roja, el 112, los medios autonómicos, los locales, tanto la policía, bomberos… Sin olvidar el apoyo recibido por otros ejércitos y ejércitos extranjeros.
Además, al ser una Unidad tan especializada, varios países están intentando copiar este modelo y añadirlo a sus Fuerzas Armadas. De manera, que se dan cursos y se trabaja con los ejércitos esos países para enseñarles, además, supone una forma de entrenamiento conjunto en el supuesto caso de que ambas unidades tuviesen que trabajar unidas en una determinada emergencia.
La labor de la UME, cuya base está en Torrejón de Ardoz, es intervenir, como primera representación de las Fuerzas Armadas, en situaciones de catástrofes, garantizando la seguridad y el bienestar del ciudadano. Además de las intervenciones propiamente dichas, también desarrollan diferentes ejercicios por toda la geografía española. Estos simulacros sirven tanto de entrenamiento para los militares, de manera que estos conozcan las dificultades de actuar en los lugares de España en los que existe un riesgo potencial de que se produzca un desastre como la puesta en marcha de los procedimientos establecidos.
En nuestro país, hay un gran riesgo de inundaciones e incendios, problemas que han aumentado en los últimos años. En 2016, la UME se desplegó en Andalucía, realizando una serie de ejercicios, preparándose para las posibles inundaciones. El ejercicio realizado, este año 2017, en Cantabria se basa en el mismo supuesto de una catástrofe de origen natural.
#Cantabria2017 se centra en la región del Besaya, en el eje Torrelavega-Suances. Desde el día 3 hasta el 7 de Abril se han realizado diferentes simulacros de emergencias, reproduciendo distintos supuestos que amenazaban tanto a la población como al medio. En este ejercicio han intervenido alrededor de 3000 efectivos. Ahí residía la dificultad, todos debían colaborar en las incidencias que, para todos ellos, eran desconocidas. Por otro lado, había otro inconveniente, las limitadas oportunidades de previsión tanto del temporal como de sus consecuencias.
Hemos tenido el honor de acompañar a los militares durante un día completo mientras se desarrollaba el ejercicio #Cantabria2017. La situación de emergencia se producía por un supuesto temporal de fuertes lluvias que evolucionaba desfavorablemente, afectando al Valle del Besaya gravemente.
Las consecuencias son tan dispares como desprendimientos del terreno, cortes de carretera, industrias afectadas y accidentes medioambientales. Pudimos asistir a la reparación y apuntalamiento de una chimenea en riesgo de derrumbe debido a un corrimiento de tierras por la mañana. Por la tarde, estos soldados tuvieron que coger un helicóptero y trasladarse a otro punto de la comunidad para salvar a personas atrapadas debajo de un edificio hecho escombros, justo después de haber realizado un rescate vertical para poner a salvo a otras.
Otra parte del batallón había tenido que desplazarse hasta Suances debido a un accidente marítimo con vertidos teniendo que reducir la contaminación. Además, otro grupo se dedicaba a impedir un escape de gases tóxicos en una fábrica cercana utilizando todos los medios que tenían a su disposición. Después de esto, debían descontaminarse y seguir alerta por si había más emergencias.
Esto es solo un entrenamiento, una mera demostración. Sin embargo, cuando se da una emergencia en la que su ayuda es requerida, se enfrentan a todos tipo de situaciones adversas, arriesgando su vida por salvar la de los demás, al igual que las demás instituciones colaboradoras.
La UME está diseñada de manera que el batallón a desplazarse puede encontrarse en el lugar afectado con un pleno funcionamiento de sus medios en menos de diez horas. Siendo así una de las infraestructuras más rápidas del estado. Esta Unidad de las Fuerzas Armadas es vital para la protección de los ciudadanos y el medio que les rodea. Supone un refuerzo, necesario, para las comunidades en el caso de emergencias graves.
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