Carmen
Alonso
Hoy en día,
para los jóvenes estudiantes, aprobar las matemáticas es un verdadero reto al
que se enfrentan a lo largo de toda, o casi, su vida estudiantil. Es la
asignatura que más se suspende en nuestro país. Además es a la asignatura que
más tiempo de estudio se dedica.
Para los
estudiantes, las matemáticas son una verdadera cruzada que comienza al iniciar
el curso escolar.
Este es el
perfil de los estudiantes que suspenden matemáticas: La mayoría de los jóvenes
son conscientes de las dificultades que conlleva esta materia, así que muchos
de ellos, como sus padres, creen que acudiendo a clases particulares pondrán
fin a este caos numérico.
Al
apuntarse a estas clases, los chavales, dejan de hacer ejercicios matemáticos
en su casa para realizarlos en la clase particular, en dichas clases lo que se
debería hacer es resolver dudas y reforzar el trabajo desarrollado tanto en el
colegio o instituto como en casa, habiendo repasado antes o después de acudir a
esas clases particulares.
Hay jóvenes
que, incluso, rehúsan atender a las clases de matemáticas de los centros
educativos con el pretexto de que en su clase particular se lo explicarán
correctamente, así que se dedican a no hacer nada y molestar a sus compañeros.
También
existe el prototipo de estudiante con fracaso matemático que da por hecho que
no aprobará esa asignatura en todo el año y pasa de ella durante todo el curso
escolar, sin pensar que eso repercutirá en su futuro académico y cultural.
Otros se
basan en aprobar "a lo burro", se aprenden el desarrollo de los
ejercicios de memoria, sin preocuparse de entender por qué se debe hacer de una
forma u otra, de esta forma se presentan a los exámenes, exponiéndose a un
examen de memoria en lugar de matemáticas, la mayoría suspenden.
Existen,
como no, alumnos que se dedican a aprenderse únicamente las formulas que se
necesitan aplicar para la resolución de los ejercicios, estos estudiantes creen
que aprobarán el examen solamente sabiendo las formulas y sin haber hecho
apenas ejercicios previos al examen, otros que catean.
Luego está
el típico que sólo estudia diez minutos del día antes al examen, en el momento
que les entregan el examen y ven que no tienen ni idea, piensan: "debí
estudiar y hacer más ejercicios".
Y por
último, nos encontramos con el joven que por alguna razón tiene mala base
matemática, gran problema, porque esta ciencia exacta es como la construcción
de una casa, se empieza por los cimientos y se acaba por el tejado. Con esto
quiero decir que, si no sabes los básico y esencial, no puedes avanzar con
operaciones y problemas más complicados.
La solución
a esta catástrofe académica creo que se encuentra en: el estudio moderado, pero
diario, es decir, repasar lo que se ha explicado ese día en las clases
escolares. Realizar ejercicios sabiendo por qué se hace de esa forma,
entendiéndolos. Atendiendo en las clases, si pierdes el hilo estas perdido.
Adquiriendo una buena base, esto es importantísimo para años venideros.
Pidiendo ayuda siempre que la necesites, encontrarás a alguien capacitado para
esto.
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