Cantabria

 Ignacio Portilla, Diego Gutiérrez y Armando Calle.

Con una extensión de 5.289 km cuadrados, esta comunidad autónoma uni provincial del norte de España formó parte de Castilla la Vieja, sin embargo, su carácter marítimo y su vinculación con el Cantábrico explican su independencia del conjunto castellano-leonés, abocado a la cuenca del Duero, en la Meseta. Cuando su estatuto de autonomía entró en vigor, en febrero de 1982, la provincia de Santander pasó a ser Comunidad Autónoma de Cantabria. Esta pequeña comunidad, de poco más de medio millón de habitantes tiene una renta per cápita superior a la media nacional. Su capital es Santander.

La crisis ha afectado a los pilares fundamentales de su economía, la industria, la pesca y la agricultura; en parte por ello Cantabria en la década de los 90 empezó a promocionar su importante patrimonio en el campo del turismo. Su territorio está marcado por los contrastes resultantes de la contraposición entre la montaña y el litoral.

Las comarcas cántabras son: el Valle de Campoo, la Liébana, la Montaña y la Marina.

Geografía física

Relieve

El área costera está formada por una estrecha banda de tierras, de anchura limitada y de escasa altitud. El litoral es acantilado y está fragmentado por varios entrantes. Estas penetraciones, correspondientes a las desembocaduras de los ríos, han originado las rías: Tina Mayor, Tina Menor, San Vicente, La Rabia, Ajo, Cabo Quejo, Santoña y la Bahía de Santander. Puertos: Santander, Santoña, Laredo y Castro Urdiales. En el interior se haya las tierras montañosas, que ocupan la mayor parte del territorio y en las que se distinguen abundantes valles profundos, limitados hacia el sur por una barrera de altas montañas (Peña Sagra). Al oeste se levantan los grandes macizos de los Picos de Europa (Peña Vieja y Naranjo de Bulnes).

Clima

Brumoso y húmedo, el clima cántabro es típicamente atlántico. Su nota más sobresaliente es la abundancia de precipitaciones, persistentes y regulares a lo largo de todo el año, tanto en el litoral como en las montañas. Las temperaturas, templadas en la zona costera, se mantienen suaves tanto en verano como en invierno. Al alejarse de la costa la suavidad térmica desaparece, presentándose mayores contrastes entre la estación fría y el estío.

Vegetación

La vegetación de tipo atlántico se distingue por su riqueza y por la presencia de una frondosa capa vegetal permanentemente verde. Si en las zonas bajas litorales y en las laderas las extensiones de prados y cultivos han sustituido a los originarios bosques de robles y hayas y en las áreas medias se han generalizado los bosques de repoblación (pinos y eucaliptos). En el interior, predominan las zonas boscosas, de pinos y robles, y en algunas áreas, de hayas y castaños. Los matorrales cubren los suelos más pobres.

Hidrografía

En la red fluvial cántabra, de escasa importancia, se distinguen dos vertientes. La primera cantábrica con numerosos ríos, de curso corto, fuerte pendiente y caudal elevado y regular: Asón, Miera, Pas y Besaya, que desembocan en el Mar Cantábrico. En la segunda vertiente, la ibérica, tiene su origen el Ebro, que se alimenta de pequeños afluentes que proceden de las laderas meridionales de la montaña cántabra. Un gran embalse regulariza y almacena sus aguas. La tercera vertiente es la de los afluentes del Duero.

Geografía Humana

La población de Cantabria supera en poco el medio millón de personas (537.606), lo que supone una densidad, superior a la media nacional, de 101,6 habitantes. A partir de 1970 el crecimiento vegetativo de la comunidad ha mantenido un aumento discreto. Desde dicha fecha la dinámica demográfica estuvo regida por la emigración, que desplazo a un importante número de habitantes desde los núcleos rurales hasta centros urbanos y municipios costeros de la propia comunidad autónoma. Desde entonces el aumento demográfico ha sido un patrón de desarrollo, desde una perspectiva espacial, muy desigual. Al elevado ritmo de crecimiento de la capital y su área metropolitana y de las ciudades costeras ha correspondido en las zonas rurales un descenso poblacional sencillamente acentuado, con zonas casi despobladas.

El principal centro de servicios de la comunidad autónoma es su capital, Santander. En los últimos decenios ha experimentado un notable crecimiento demográfico y una destacada expansión espacial. Con 184.165 habitantes, concentra a más de un tercio de la población cántabra. En sentido estricto, se puede afirmar que es la única ciudad de la comunidad autónoma.

El resto de núcleos urbanos, no muy numerosos, oscila entre 10.000 y los 60.000 habitantes. Torrelavega, es el segundo municipio en importancia tras Santander, tiene 55.909 habitantes. Otros, menos relevantes, son Camargo (23.308), Castro Urdiales (20.981), Laredo (12.584), Santoña (11.567), El Astillero (13.798), Reinosa (10.862), Los Corrales de Buelna (10.847).

Geografía Económica

Cantabria es una comunidad autónoma eminentemente industrial. La industria ha sido fundamental en su transformación económica, así como la renovación de las actividades tradicionales (pesca y ganadería).

Un 8% de la población activa se dedica a actividades primarias, entre las que destaca la ganadería. Cantabria, región de praderas, es eminentemente ganadera y las sierras han sido destinadas casi en su totalidad a pastos, así como amplias extensiones antes dedicadas al cultivo de maíz. Las principales actividades rurales son la producción lechera y, en menor medida, la reproducción y crianza de ganado con destino al resto del país. La explotación agraria cántabra adolece de dos defectos. Por una parte, el minifundismo, que se traduce en un altísimo número de pequeñas explotaciones. Por otra, el acusado envejecimiento de la población rural. Los cultivos de herbáceas, frutales y patatas, la explotación forestas (eucaliptos) y la pesca tienes menor relevancia económica.

La industria se ha orientado hacia la explotación de los recursos propios (minería, pesca, bosque y sector agrario y ganadero). Tres son los sectores sobre los que se sustenta la actividad industrial: metalurgia, química, y bienes de consumo. Las grandes explotaciones metalúrgicas (producciones básicas, bienes de equipo, etc.), por el volumen y valor de su producción, así como por los altos índices de empleo, son las que configuran el perfil económico e industrial de Cantabria. El subsector químico se concentra en Torrelavega y se dedica a producciones básicas (carbonato de sosa, ácido sulfúrico, caucho y celulosa). Entre las industrias de bienes de consumo destacan la textil y la de alimentación, que incluyen las conserveras y las lácteas.

Cantabria se ha ido orientando progresivamente hacia los servicios. En la actualidad es el sector más dinámico, supone la mayor aportación al PIB de la comunidad autónoma y ocupa a más del 60% de la población activa.

Las actividades más dinámicas, concentradas de forma abrumadora en la capital, son el comercio, los servicios y el turismo. En los últimos tiempos se han incrementado notoriamente los espacios dedicados al turismo y al ocio, lo que ha supuesto una revalorización de los rasgos geográficos cántabros.