La manía es un trastorno mental, trastorno del ánimo. Es una de las fases del conocido trastorno bipolar o de doble personalidad.
Es común confundir algunos rasgos de un estado maníaco, con rasgos de un estado obsesivo (por ejemplo, obsesión por el orden y la pulcritud.), es común cometer este error porque el termino manía se a incluido en términos como piromanía o cleptomanía, que derivan mas de los trastornos obsesivos que de manías.
Los síntomas de las manías son muy variados, algunos son excitación euforia, humor elevado…Algunas drogas como la cocaína producen estas reacciones también. Pero en resumidas cuentas un episodio maniático se caracteriza por el cambio del humor de las personas.
Las manías en ocasiones son llamadas “depresión invertida”, ya que acelera e intensifica los pensamientos y las emociones.
En algunas ocasiones una manía puede llegar a condicionar tu vida, cuando esto ocurre pasa a ser una manía patológica. Esto sucede cuando una persona se ve obligada a hacer ciertas acciones porque sino conlleva un alto nivel de ansiedad. Para asegurarse de que se trata de una manía patológica, y no de una inocente, hay que medir el impacto que ejerce esta manía sobre la persona, comprobar si coarta a la persona o si interfiere en su vida o en la de las personas que la rodean.
Para tratar las manías se pueden usar medicamentos reguladores del ánimo, o anti psicóticos. Aunque el tratamiento preventivo es el mejor remedio para llevar un nivel aceptable de vida.
Existen casi tantas manías como tipo de personas, además de que casi todo el mundo tiene alguna manía ya sea patológica o una inocente, como la de no pisar las rayas de las baldosas al caminar por al calle.
Una fobia es un trastorno, caracterizado por un miedo intenso y desproporcionado hacia algún objeto o situaciones concretas. Aunque también llamamos fobia al sentimiento de odio, que a pesar de no ser un trastorno emocional, causa problemas emocionales, políticos o sociales.
Las fobias son aprendidas, no heredadas.
Las terapias psicológicas que pueden ayudar a las personas que sufren una fobia son: las terapias graduadas de exposición, entre las que se encuentra la Desensibilización Sistemática. También pueden servir de ayuda ansiolíticos.
Normalmente las personas que padecen de una fobia, saben que padecen un miedo irracional o desproporcionado, esto no impide que siga manifestando este miedo.
Es importante no confundir el miedo con la fobia, ya que en ocasiones las personas usan el término fobia únicamente por tener miedo al algún objeto, animal o situación. Para que sea realmente una fobia tiene que ser diagnosticado.
La fobia y el miedo no difieren mucho en realidad, la gran diferencia es que la fobia, al contrario que el miedo, es irracional. En ocasiones estos miedos irracionales pueden surgir al asociar objetos o situaciones normales a algún hecho traumático o bien por evitar repetidamente enfrentarse a alguna situación u objeto concreto.
Las fobias normalmente son una pequeña representación de algún problema más serio de la persona, suele decirse que "En la mayoría de los casos, la fobia no es más que la punta del iceberg de algún problema que arrastra el individuo desde su infancia".
Al igual que las manías hay tantas fobias como personas, ya que cada persona puede desarrollar una fobia a cualquier objeto o situación, aunque hay fobias más comunes.
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